Como siempre estuvieron en vida, Faustino Vargas Urraya y su hijo Mario Orlando Vargas García terminaron cuando un pistolero se bajó de una moto y los mató a balazos en la cabeza: juntos, uno al lado del otro.

El doble homicidio ocurrió a las 6:45 de la mañana de este sábado en el kilómetro 27 de la vereda La Esperanza, en la vía a Puerto Santander.

Mientras papá e hijo estaban frente a su casa, vendiendo pimpinas de gasolina, dos hombres a bordo de una motocicleta blanca se acercaron y cometieron el crimen que enlutó a su familia.

Lea además La Parada: ¿Una masacre anunciada?

Cuando sus parientes salieron de la vivienda a percatarse de lo que había ocurrido no pudieron hacer nada para salvarles la vida. Los dos murieron de manera inmediata.

En instantes, todo se convirtió en llanto incontenible, gestos de desespero y también en momentos de resignación. La escena era dramática. Los cadáveres estaban tendidos a la entrada de la casa y sus seres queridos los rodeaban sin aún asimilar la tragedia.

“Levántese papá, levántese, no puede ser”, eran los gritos de una de las hijas de Faustino, mientras que otro de sus familiares abrazaba el cuerpo de Mario Orlando, llorándole, diciéndole palabras de amor que se mezclaban con las lágrimas.

Faustino, de 59 años, se dedicaba a manejar un tractor en una de las fincas cercanas a La Esperanza, mientras que Mario Orlando creció vendiendo gasolina de contrabando en el lugar donde los mataron.

“Yo le compraba gasolina todos los días a Mario, era un buen muchacho, no se metía con nadie y siempre salía a trabajar desde muy temprano en las madrugadas”, dijo uno de los curiosos que arribó a presenciar la escena del doble homicidio.

Le puede interesar Cero y van tres hombres vendados y asesinados

Bandas criminales

El coronel Javier Barrera, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, aseguró que se adelantan las investigaciones del caso, pero que la primera hipótesis que manejan las autoridades es que el doble homicidio sería producto del “accionar de las bandas criminales en el sector”.

Miembros de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) de la Policía practicaron la inspección y el levantamiento de los cadáveres.