Los presuntos integrantes de la banda de estafadores ‘La Novena’ pasaron solo un par de días en manos de las autoridades, luego de que un juez decidiera dejarlos en libertad.

El lunes de la semana pasada, tras seis meses de investigaciones, la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) con el apoyo de la Seccional de investigación Criminal (SIJIN), puso en marcha la operación ‘Mercurio II’, buscando desarticular esta banda criminal, que, de acuerdo a las investigaciones, funcionaba desde 2011 y se dedicaba a falsificar cédulas para después comprar celulares, solicitar créditos y adquirir toda clase de artículos.

Los allanamientos permitieron la captura de nueve personas. En Cúcuta fueron aprehendidos siete de los presuntos implicados, en Zipaquirá uno y en Bogotá el supuesto líder de la organización, conocido como Yiyo.

Como hecho particular las autoridades revelaron que todos ellos pertenecían a la misma familia. “El padre, la madre, el hijo, la hija y su actual compañero sentimental y su exesposo ‘Yiyo’. Una ex distribuidora de una de las empresas de telefonía afectada, también conformaría La Novena”, cita el comunicado oficial.

Después de tres días de operaciones para hacer cumplir las órdenes de captura expedidas por el Juzgado Tercero Penal Municipal con Funciones de Control de Garantías de Cúcuta, los sindicados fueron presentados ante un juez por los delitos de concierto para delinquir, falsedad en documento privado, uso de documento falso, falsedad personal y estafa.

Sin embargo, antes de terminar la semana, todos fueron liberados, entre otra cosas, porque no representaban un riesgo para la sociedad.

Estafadores con oficio

El primer paso de la actividad ilegal estaría a cargo de Yiyo, quien se presentaba como comerciante en una compañía de telefonía para ganar la confianza de uno de los operadores de la empresa. El segundo era conseguir fotocopias de cédulas de ciudadanía, las cuales, aprovechando los contactos en la regsitraduría de Cúcuta, eran enviadas a Bucaramanga para ser falsificadas, informó la Mecuc.

Con los documentos falsos en su poder, los integrantes de ‘La Novena’ compraban por cuotas y a nombre de las personas suplantadas, celulares de alta gama, que después eran llevados a Venezuela para ser vendidos.

La otra opción era uitilizar las cédulas falsas para solicitar préstamos, comprar vehículos y adquirir tarjetas de crédito en almacenes de cadena. El coronel Jaime Barrera, comandante de la Mecuc, explicó que mucho tiempo después, cuando las cuentas estaban vencidas y los titulares eran reportados a Datacrédito, las personas descubrían que su identidad había sido suplantada.

La Opinión