En lo corrido del 2020, en Cúcuta el homicidio ha aumentado un 14% en comparación con el año pasado, según las estadísticas oficiales. Hasta este viernes, habían ocurrido 18 homicidios más en Cúcuta, comparado con el mismo periodo de 2019.

Las cifras oficiales señalan que desde el 1 de enero hasta el 17 de julio (4:00 p.m.) se habían cometido 133 homicidios, mientras que en el mismo periodo en 2019 fueron 115 crímenes.

Asimismo, en el área metropolitana de Cúcuta han ocurrido 165 homicidios (43 fueron venezolanos) en comparación con 155 del año pasado. De estos hechos, las autoridades han podido esclarecer 57.

Según cifras de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), han sido capturadas 42 personas, de esos 16 son venezolanos.

Según las autoridades, el principal factor que ha ayudado al incremento de los asesinatos es el lucrativo negocio del microtráfico de drogas. 
Una fuente judicial, aseguró que al menos el 50 por ciento de esta cifra mortal está relacionado con la disputa territorial por la venta de drogas en la ciudad.

Para la Policía es claro que las bandas delincuenciales dedicadas a vender drogas, demuestran su imperio a través de sangre y fuego, para generar temor entre los consumidores y los expendedores o jíbaros.

El afán de controlar los sectores donde el consumo de drogas se mueve tranquilamente, como en la ciudadela Juan Atalaya en las comunas 7 y 8, así como los barrios El Salado, Aeropuerto, La Ínsula, entre otros, de la comuna 6, concentran el fortín de las bandas delincuenciales que azotan con hechos violentos estos lugares.

Según la fuente judicial, evidentemente, a pesar de que la Policía ha golpeado estas estructuras delincuenciales, conformadas por proveedores, expendedores de drogas y hasta sicarios al servicio criminal, en el menor tiempo posible dichas estructuras reponen un líder para continuar delinquiendo.

“Hay dos factores que generan violencia. Uno es la confrontación entre las bandas para dominar el territorio, por lo que asesinan a miembros de las estructuras rivales, así como a consumidores y expendedores que no les compran las drogas a la banda que quiere imponer su poder; el otro factor es la reacomodación de la estructura, en la que los integrantes de una misma banda disputan internamente para tomar el poder”, dijo la fuente.

Se pudo conocer que al menos 15 bandas delincuenciales están en el radar de la Policía.

Entre tanto, las autoridades tienen claro que en Villa del Rosario, actualmente se libra una guerra entre una banda conocida como Autodefensas Unidas de Colombia y Venezuela (AUCV) y el Ejército de Liberación Nacional (Eln), por el control del microtráfico.

La AUCV, al parecer, es una estructura disidente del Clan del Golfo y La Frontera, constantemente golpeados por las autoridades en 2019.

Esta disputa ha desencadenado recientemente homicidios en ese municipio, por lo que la mirada de las autoridades se concentró en estos actores ilegales.

Uno de los líderes de esta organización es un hombre conocido como el Enano, por el que la Mecuc ya ofreció una recompensa de hasta 5 millones de pesos, por la información que conlleve a su captura.

“Hay movimientos de ciudadanos extranjeros que vienen a hacer negocios grandes de drogas y esto conlleva a homicidios”, dijo la fuente.

No obstante, el accionar de la banda criminal Los Rastrojos y de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (Eln), que se mantienen en disputa y confrontaciones, también por dominar el territorio fronterizo, dejan constantemente muertes, especialmente en Puerto Santander.