Solo unos metros distanciaban los cadáveres de Luz Amparo Acevedo Gélvez y su hijo César Augusto Pérez Acevedo, quienes fueron asesinados a balazos en una trocha de Puerto Santander, la tarde de ayer.

Los homicidas dejaron una huella particular que ha sido utilizada constantemente en la zona de frontera entre La Parada y el estado Táchira de Venezuela, amarrándole una camisa en el rostro a las víctimas.

Según las autoridades, esta modalidad es implementada por un grupo armado ilegal que delinque en Venezuela para referenciar a sus víctimas y dejar un mensaje de terror entre los habitantes de la frontera.

En Puerto Santander existe una fuerte presencia de la banda criminal Los Rastrojos y de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (Eln), que mantienen una sangrienta disputa por el dominio del territorio para controlar el narcotráfico y el cobro de extorsiones en estos pasos ilegales.

Madre e hijo quedaron bocabajo. La mujer, de 48 años, era oriunda de Salazar de Las Palmas, mientras que su hijo, de 28, nació en Puerto Santander.

Estaban desaparecidos

Extraoficialmente se conoció que mamá e hijo habían desaparecido desde las 3:00 de la tarde del lunes, cuando salieron como de costumbre a ofrecer almuerzos y un arroz mixto que prepararon para vender.

Desde ese momento, sus familiares les perdieron el rastro y no habían tenido noticias de ellos hasta ayer, cuando fueron alertados de que los habían asesinado en una de las trochas de este municipio fronterizo.

Al lugar arribaron miembros de una funeraria que levantaron los cadáveres y los trasladaron al Instituto de Medicina Legal para que la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) practicara la inspección técnica a los cadáveres.

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Según se conoció, cada uno recibió al menos cuatro impactos de bala en la espalda y la cabeza perdiendo la vida en el lugar, donde quedó el rastro de sangre en la polvorienta carretera.

Semana violenta en zona rural

Este violento hecho se suma a los constantes homicidios ocurridos en este sector durante las últimas semanas, donde además, fueron asesinados y descuartizados tres primos y una mujer, de los cuales, hasta el cierre de esta edición, fueron hallados dos cadáveres en dos costales sobre el río Zulia.

Las autoridades avanzan en las pesquisas para esclarecer los móviles del doble crimen que mantiene en alerta a la comunidad de este lugar, históricamente golpeada por el narcotráfico y el dominio de los grupos armados ilegales.