La música que arropaba hasta el último rincón del bar no logró silenciar el minúsculo ruido generado por el estallido de unas botellas, las que, ni más ni menos, dejaron al descubierto el homicidio de un hombre de 33 años.

“Nos estábamos tomando unas cervezas. De repente, escuchamos un fuerte sonido y la gente salió a correr desesperada”, dijo un testigo, pidiendo no revelar su nombre por temor a represalias contra su vida.

Los clientes del establecimiento público, ubicado en la calle 3 entre avenidas 7 y 8 del barrio El Callejón, cerca de la Terminal de Trasnporte, salieron despavoridos al ver, tendido en el piso y gravemente herido, a Manuel Nemesio Silva Angulo.

La víctima quedó atravesada en una especie de bodega, por la que se debe pasar para llegar a unas habitaciones, lo que deja entrever que conocía a quienes lo agredieron.

Declarantes aseguraron a las autoridades judiciales que en el hecho de sangre participaron al menos dos personas. Sin embargo, no entregaron mayores detalles para identificarlos.

“La primera información que tenemos es que hubo una riña. Estamos identificando a los agresores. Se habla de dos personas que estaban con él: un hombre moreno, de contextura delgada, de camisa amarilla”, precisó el coronel Nicolás Zapata, comandante del Primer Distrito de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc).

El asesino y su cómplice huyeron rumbo a la avenida 8, en donde, según versiones de varios vecinos, se subieron a un taxi rumbo a la impunidad.

“Tenemos un CAI cerca, a 50 metros. Un policía nota cuando algunas personas salieron corriendo. Se acerca a preguntar y le dicen que había una persona herida, a quien intentó auxiliar. Sin embargo, entre las personas que salían huyó el agresor”, relató el oficial.

El agredido alcanzó a ser auxiliado y llevado, infructuosamente, a un centro médico, a donde llegó sin vida.

Las autoridades y los parientes de Silva Angulo afirmaron desconocer, por ahora, las razones que ocasionaron la mencionada riña enla que se registró el ataque.

“Trabajaba vendiendo pasteles. Nunca contó que tuviera amenazas o problemas personales. Su angustia, generalmente, tenía que ver con cumplir con los pagos a unos prestamistas”, dijo un allegado.

Investigadores hallaron, en el bar, un cuchillo similar a los usados en las labores de cocina. Este será estudiado para determinar si fue el arma con la que se apuñaló, en 18 ocasiones, a la víctima.

Silva Angulo dejó dos hijos, uno de 3 años y otro de 6 meses. Según la Policía, estuvo preso por fabricación, tráfico y porte de estupefacientes, lo que fue confirmado por sus familiares.

*Vladimir Solano | Judicial