Cuando la hermana de Said Rangel Ropero oyó las detonaciones de varios disparos tuvo el presagio de que las amenazas de muerte que había recibido su ser querido se habían cumplido.
 
Minutos después de los disparos, un mensaje a través de WhatsApp le indicó a la mujer que, en la entrada a la vereda Los Mangos, del corregimiento Carmen de Tonchalá, había ocurrido el ataque contra su familiar. El hecho ocurrió a las 3:00 de la tarde del 31 de diciembre.

La mujer salió de su casa y caminó al menos 700 metros, cuando encontró a Said tendido en el piso con cuatro impactos de bala, por lo que de inmediato lo trasladó al Policlínico de Atalaya, donde finalmente murió.

Las autoridades no tienen pistas de los autores del hecho violento, debido a que en el lugar del ataque no hay casas aledañas ni cámaras de seguridad que les permita avanzar en las indagaciones.

Sin embargo, entre los móviles y las hipótesis del crimen se investigan las amenazas que las extintas Farc le habían hecho a Rangel Ropero, quien se desmovilizó del Ejército de Liberación Nacional (Eln) en 2003.

No obstante, los investigadores judiciales están tras la pista de otras versiones, pues la víctima actualmente se dedicaba al mototaxismo.

Los miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) adelantaron la inspección en el lugar del ataque y el posterior levantamiento del cadáver en el centro médico.

En las pesquisas, los peritos hallaron dos vainillas percutidas, un cartucho sin percutir y un proyectil deformado.