Este fin de semana hubo una racha sangrienta en Norte de Santander, nueve muertos.
$20 millones por información de responsables de masacre en Cúcuta

Nueve personas perdieron la vida en diferentes hechos en el área metropolitana de Cúcuta y Tibú. Uno de los casos fue perpetrado la noche del sábado, en el barrio Torcoroma III de la ciudadela La Libertad, donde pistoleros asesinaron a cinco hombres que estaban reunidos tomando cerveza.
Los demás casos se registraron en la trocha La Carbonera y en la subida al barrio Santa Ana. En el barrio Los Comuneros, una bala rebotó y acabó con la vida de un hombre, en medio de la persecución a un presunto delincuente.
Buscan a responsables de masacre
Este domingo en la mañana, el papá y una hermana de Kenner Josmar Mateus Lizarazo, de 19 años, llegaron apresurados y pálidos a la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía. Venían desde el municipio de Ureña (Venezuela) en busca del joven. Todo querían escuchar, menos que Kenner Josmar estuviera muerto.
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El vigilante de la URI anotó el nombre en un papel e ingresó a confirmar entre la lista de víctimas que dejó la masacre perpetrada la noche del sábado, en el barrio Torcoroma III de la ciudadela La Libertad.
Mientras tanto, afuera, el padre del joven rogaba que el nombre de su hijo no estuviera en dicha lista de cinco muertos a balazos. La duda los embargó desde muy temprano al encontrar en redes sociales información sobre la masacre y el nombre de uno de los amigos de su hijo, entre las víctimas.
El temor aumentaba, en vista de que Kenner Josmar, quien trabajaba en zapatería en Cúcuta, no llegó a dormir a su casa en el barrio Integración de Ureña y tampoco, contestaba el celular.
Los segundos parecían horas, hasta que de nuevo apareció el celador y con un gesto afirmativo de su cabeza, los derrumbó en llanto.
Mateus Lizarazo, nacido en San Antonio (Venezuela), recibió tres impactos de bala que acabaron con su vida.
Dos de las víctimas murieron en el lugar de los hechos, mientras que las otras tres fueron trasladadas a centros asistenciales, donde fallecieron posteriormente.
Los demás son: Ramiro Sánchez, de 24 años, recibió tres tiros; Oscar Armando Carillo Peña, de 28, un impacto; Yesimar Alexis Saavedra, de 31, dos tiros, y Melber Hernández, de 27, un impacto.
Los hechos
Los hechos se registraron en la manzana F12, frente a la casa 2, donde las víctimas departían desde las 10:30 de la mañana en la casa de Ramiro Sánchez.
La mamá dijo que todos estaban reunidos tomando cerveza y almorzaron un asado. En la tarde, siguieron la reunión con música a alto volumen.
De acuerdo al reporte de las autoridades, en el sitio también estaban tres mujeres, quienes se habrían ido minutos antes de que llegaran los pistoleros, hacia las 8:20 de la noche.
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Según testigos, se trató de dos hombres que llegaron en una motocicleta y empezaron a disparar de manera indiscriminada contra el grupo de asistentes. Sin embargo, otras versiones hablan de cuatro hombres en dos motos o tres en una sola motocicleta.
Sobre Ramiro Sánchez, natural de Cúcuta, se conoció que trabajaba arreglando motos, era padre de una menor de edad y hace 15 días se habían trasteado a dicha residencia.
Yesimar Alexis Saavedra, de 31 años, natural de Cúcuta, residente en el barrio Motilones, compraba y vendía vehículos y tenía un puesto de venta de arepas cerca de su casa.
Melber Hernández se dedicaba presuntamente al paso de contrabando de combustible y Oscar Armando Carrillo Peña, natural de Salazar de la Palmas, residente en el barrio Caobos, era comerciante de compra y venta de vehículos y tenía una heladería en Cúcuta.
Uno de los occisos, tenía cinco cédulas en su poder, así como varios títulos de propiedad de vehículos.
Móviles
Las primeras indagaciones señalan que los móviles del caso estarían asociados con actividades de contrabando en El Escobal y se trataría de retaliaciones por el control territorial de la banda delincuencial conocida como La Línea, responsable de varios crímenes, extorsiones y desaparición de personas.
El coronel Javier Barrera, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, ofreció una recompensa de hasta 20 millones de pesos para quien entregue información que los lleve a capturar a los responsables.
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