Tailor Alexis Angarita Guzmán fue hallado culpable y condenado a 20 años de prisión por disparar contra el intendente de la Policía Javier Alberto Agredo Camayo a quien dejó cuadripléjico.

Los hechos se remontan al 8 de enero de 2012, en la calle 12 entre avenidas 19 y 20, del barrio Cundinamarca.

Ese día, a la 1:00 de la tarde, cuando llegaba junto a su esposa a almorzar y descansar a su vivienda, en ese sector del suroccidente de Cúcuta, el uniformado vio que a dos casas de la suya un hombre armado asaltaba una tienda.

“Él se vino sigiloso y luego de sacar su arma se enfrentó con el atracador, le dijo que se quedara quieto y tiró el dinero que se iba a robar ($60.000) y salió corriendo”, sostuvo un testigo.

De acuerdo a lo relatado por la Fiscalía, el uniformado, quien iba con un chaleco antibalas, alcanzó al asaltante a quien enfrentó y redujo con su arma de dotación. Fue en ese momento que el intendente tomó, con su otra mano, el radio de comunicación que llevaba en el pecho, y giró su cabeza para pedir apoyo.

“El delincuente hace el amague de dejar el arma en el suelo y en cuestión de segundos la levantó y le disparó en la región cervical (cuello) y escapó”, detalló el organismo investigador.

La esposa del policía, junto con otras personas, lo auxiliaron y trasladaron a un centro asistencial, donde permaneció en delicado estado de salud.

En ese entonces, el coronel Oscar Wilfredo López, comandante (e) de la Policía Metropolitana de Cúcuta, señaló que para la fecha Agredo era subcomandante de la subestación de Policía del barrio Alfonso López y llevaba 17 años en la institución.

“El intendente es una persona destacada y, como lo podemos ver, no le importó arriesgar su vida para evitar ese atraco”, señaló el coronel López.

Juicio

Once meses después, la Sijín de la Policía reportó la detención de Tailor Alexis Angarita Guzmán a quien ubicaron luego de interrogar a varios testigos, de hacer un retrato hablado y de recopilar otras pruebas técnicas.

Angarita Guzmán, de 24 años, fue presentado ante un juzgado de control de garantías que le dictó medida de aseguramiento en prisión, sin que aceptara los cargos. 

La Fiscalía le imputó los delitos de tentativa de homicidio agravado, porte ilegal de armas de fuego y hurto calificado. 

El juicio avanzó ante un juzgado especializado de Cúcuta. En la etapa probatoria, el  hombre fue reconocido por el intendente, la esposa y la dueña de la tienda que pretendió atracar.

Esta sentencia, de primera instancia,  fue apelada por la defensa del procesado y corresponderá al Tribunal Superior de Cúcuta ratificarla, modificarla o revocarla.