'El Primo' renunció a su derecho de guardar silencio, aceptó que hacía parte del Clan Úsuga y había participado dentro de la organización en dos homicidios.
18 años de prisión por dos homicidios para el Clan Úsuga
Yefferson Eliécer Espinosa Contreras aceptó los cargos por los homicidios de Manuel Nemesio Silva Ángulo, ocurrido el 9 de septiembre de 2013, y de Fredy Manuel Arias Díaz, el 9 de julio de 2014, siendo condenado a 18 años de prisión.
Espinosa Contreras, de 23 años, conocido como El Primo, fue detenido el 6 de septiembre de 2014 junto a otros dos sujetos armados (quienes enfrentan procesos por separado), señalados de pertenecer al Clan Úsuga.
Para entonces, el coronel Gonzalo Carrero, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, informó que se trataba de dos cabecillas y un sicario con injerencia delictiva en las comunas 6, 7, 8, 9 y 10, que comprenden la ciudadela Juan Atalaya.
“Dos de ellos, incluso, eran buscados por concierto para delinquir. Fueron detenidos en los barrios Pueblo Nuevo y Chapinero”, aseguró el coronel.
El Primo fue presentado ante el Juzgado Noveno Penal Municipal, con función de control de garantías, que legalizó su captura y le impuso medida de aseguramiento en prisión por concierto para delinquir agravado y porte ilegal de armas.
Según relató la Fiscalía, desde el 2011 el Clan Úsuga venía desarrollando diferentes actos delictivos en el área metropolitana de Cúcuta para fortalecerse y financiarse como grupo armado al margen de la ley y mediante información aportada por la comunidad tuvieron conocimiento de este grupo de hombres que estaba intimidando a la población.
“Es así que mediante interceptaciones telefónicas, declaraciones juradas y labores policiales fueron expedidas las órdenes de captura, entre ellas la de Espinosa Contreras”, indicó el ente investigador.
Días después, El Primo renunció a su derecho de guardar silencio y en interrogatorio aceptó que hacía parte del Clan Úsuga y había participado dentro de la organización en dos homicidios.
Es así que el 4 de noviembre del mismo año, ante el Juzgado Segundo Penal Municipal, le fue adicionado el delito de homicidio agravado y el 4 de diciembre pidió llegar a un preacuerdo con la Fiscalía a cambio de una rebaja en la pena.
Renunció a un juicio
De esta manera, El Primo renunció a un juicio en su contra y se acogió a sentencia anticipada aceptando su participación en los tres delitos.
Inicialmente recibió un descuento del 50 por ciento por los homicidios y concierto para delinquir agravado, además de un 12.5 por ciento por porte ilegal de armas (debido a que fue capturado en flagrancia con una pistola).
Dicho preacuerdo fue aprobado ayer por un juzgado especializado de Cúcuta, que lo sentenció sin beneficios de casa por cárcel o suspensión condicional de la ejecución de la pena, y le impuso una multa de 1.350 salarios mínimos legales mensuales vigentes.
“Revisados los elementos materiales probatorios y su confesión en los dos homicidios son elementos suficientes para demostrar, más allá de toda duda razonable, las conductas que venía desplegando Espinosa Contreras”, señaló el juzgado.
Al término de la diligencia, el condenado, natural de Cúcuta, fue trasladado a la cárcel de la ciudad donde deberá purgar la pena impuesta.
Las víctimas
En un bar
Manuel Nemesio Silva Angulo fue asesinado en un bar, ubicado en la calle 3 entre avenidas 7 y 8 del barrio El Callejón, cerca de la Terminal de Transporte.
Testigos aseguraron a las autoridades judiciales que en el hecho de sangre participaron al menos dos personas que estarían con la víctima.
“Trabajaba vendiendo pasteles. Nunca contó que tuviera amenazas o problemas personales. Su angustia, generalmente, tenía que ver con cumplir con los pagos a unos prestamistas”, dijo un allegado.
Investigadores hallaron en el bar un cuchillo de cocina que habría sido utilizado para apuñalar a la víctima en 18 ocasiones. Silva Angulo dejó dos hijos, uno de 3 años y otro de 6 meses. Según la Policía, estuvo preso por fabricación, tráfico y porte de estupefacientes.
En el Aeropuerto
Fredy Manuel Arias Díaz, de 34 años, fue asesinado en el barrio Aeropuerto.
El entonces comandante del Segundo Distrito de la Policía Metropolitana de Cúcuta, mayor Gustavo González, afirmó que las dos personas que participaron en el crimen estuvieron rondando temprano por el lugar.
“Esperaron a que saliera. Hubo un forcejeo, como si lo fueran a robar, y le dispararon. Pero no tenemos información de que se hayan robado nada”, precisó el oficial.
La víctima mortal fue llevada rápidamente a un centro asistencial de la ciudad, donde finalmente murió.
Su compañera sentimental aseguró que había salido de la casa para ir, con unos amigos, a reclamar un dinero que le debían y que le habían enviado.
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