Golpeado, como cuando renunció después de la final perdida de la Copa América Centenario, quedó Lionel Messi con la 'roja' que la Fifa le sacó en la recta final de la clasificatoria sudamericana, una suerte de muro que puso a Argentina más lejos del Mundial Rusia-2018 y en el que Brasil desembarca con el 'showman' Neymar.

Mientras en Rusia se frotan las manos con el retorno del 'jogo bonito', imagen de la imbatible seleçao del criterioso Tite que goleó 3-0 a Paraguay en Sao Paulo, en Argentina las cuatro fechas de sanción que salieron de un escritorio en Zurich sobre el '10' parecen un mal augurio que comienza a amenazar el futuro albiceleste.

Desde que el exentrenador del Corinthians se hizo cargo de una selección sumida en la desesperanza, Brasil cambió radicalmente de cara: alcanzó ante los guaraníes ocho victorias consecutivas en la eliminatoria, sumó 33 puntos y se dio el lujo de firmar el nuevo libro de presencias para la Copa del Mundo a falta de cuatro jornadas.

"Cambió prácticamente todo. Le debemos mucho a él", sintetizó Marcelo la revolución de Tite.

Pero si en Brasil la anticipada clasificación es sinónimo de carnaval, en casa de su archienemigo, Argentina, la amargura corre por las calles.

'Lio' cumplió el martes frente a Bolivia la primera de las cuatro jornadas de suspensión, en la derrota de 2-0 que dejó al actual subcampeón del mundo en la incómoda zona de repechaje, mal vista para su glorioso prestigio y que los pone a sudar sangre a falta de cuatro partidos.

"Es lamentable que (Messi) no pudiera jugar (...) alguien puso algo para que esto sucediera", se quejó con suspicacia 'el Patón' Edgardo Bauza al calificar como "severa" la medida de la Fifa y que afectó sus planes en La Paz.

"Estamos vivos y con mucho deseo de poder clasificar al Mundial, la lucha seguirá", agregó el cuestionado seleccionador albiceleste, que no convence y al que rondan los rumores de despido ante la posesión este miércoles de la nueva cúpula de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), inmersa en una crisis financiera e institucional sin precedentes desde la muerte del 'todopoderoso' Julio Grondona.

Colombia y Chile en el tren

Colombia no sabía lo que era ganar en Quito desde la eliminatoria para Francia-1998, cuando los cafeteros se impusieron 1-0 a Ecuador con un tanto de Faustino Asprilla.

Los dirigidos por José Pekerman patearon la estadística y se llevaron del Olímpico Atahualpa una valiosísima victoria de 2-0 que los metió de lleno en la pelea por los boletos directos a Rusia al sumar 24 puntos en la segunda posición de la tabla.

"Partidos como este son los que te hacen soñar", destacó José Pekerman, el técnico de Colombia. "Vamos a necesitar de la parte individual de cada uno y aprovechar el impulso de este partido" para llegar al Mundial, insistió el experimentado entrenador argentino.

Venezuela, última y eliminada con la derrota 3-1 frente a Chile en Santiago, será a finales de agosto el próximo test para el equipo liderado por James Rodríguez, donde el '10' transforma en goles y buenas actuaciones la amargura por su prolongada suplencia en el Real Madrid.

La Roja, por su parte, retomó el camino luego del revés en Buenos Aires y con la victoria ante la vinotinto llegó a 23 puntos en la cuarta posición. 

"Había que ganarlo así, siendo superior al rival y generando muchas situaciones de gol. Todo lo que se le exige a un equipo de fútbol, nosotros lo hicimos: metimos goles, creamos situaciones (...) Ganamos un partido dificilísimo. El que no está contento, es porque subestima lo que creía que podía pasar", comentó el estratega de Chile, Juan Antonio Pizzi.

Lo mejor para los bicampeones de América es lo que les depara en el calendario del premundial sudamericano: Paraguay, en agosto, a cuatro puntos (18) de la repesca; Bolivia, penúltima; y Ecuador (20), antes de encontrarse con Brasil en octubre en la última fecha, a la que podría llegar con el pase en el bolsillo.

Uruguay, con 23 puntos en la tercera posición, vive de los ahorros pero a la luz de sus dos últimos resultados los está malgastando: derrotas en Montevideo por 4-1 con Brasil, el pasado jueves, y en Lima por 2-1 con un Perú (18) que volvió a la carga para configurar un escenario donde la lucha por tres cupos y medio que restan será sin tregua.