La selección de Perú comenzó a resignarse a que su capitán y máximo goleador, Paolo Guerrero, no jugará el Mundial de Rusia después de que el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, se limitara a compartir su decepción por la ausencia.

Dijo que “comprende la decepción del señor  Guerrero al no poder figurar en el seno de la selección peruana para el Mundial-2018”.

El patrón del fútbol mundial también señaló que “la sanción le fue impuesta por el Tribunal Arbitral del Deporte, tras una apelación realizada contra una decisión de un órgano judicial independiente de la FIFA”.

Tras conocer estas declaraciones, en concentración luego del entrenamiento, el centrocampista Yoshimar Yotún reconoció que “es inevitable dejar de pensar que un compañero está pasando un momento injusto”.

“No solo es nuestro capitán y nuestro líder, también es nuestro amigo y hemos sufrido todo el proceso con él. Y seguimos sufriendo”, indicó Yotún.

Por su parte el defensa Miguel Araujo admitió que la pérdida de Guerrero ha afectado mucho al equipo, pero aseguró que con el paso de los días recuperarán la concentración.

Araujo dijo que la mejor manera que tienen ahora de retribuir la importancia de Guerrero es entrenar, esforzarse, pelear las jugadas divididas a muerte e ir al Mundial para hacer historia.

Rivales pidieron Que lo dejen jugar 

Los capitanes de las selecciones de Australia, Dinamarca y Francia, rivales de Perú en la fase de grupos del Mundial de Rusia 2018, se unieron al pedido del sindicato internacional de Futbolistas Profesionales para que lo dejen jugar el torneo. 

Sin embargo, esta petición, cada día se vuelve menos probable. 

Hay que recordar que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) inhabilitó a Guerrero por 14 meses en un fallo emitido el 3 de mayo, tras el positivo por dopaje que dio el futbolista después de un partido de clasificación para el Mundial jugado 5 de octubre de 2017 contra Argentina.

El delantero, cuyo contrato con el Flamengo brasileño fue suspendido a raíz de esta situación, ya cumplió seis meses de sanción impuestos inicialmente por la FIFA.

Los argumentos de Guerrero para postergar el cumplimiento del resto del castigo una vez que termine el Mundial es que su dopaje fue accidental e involuntario, al supuestamente haber ingerido un té con restos de mate de coca, sustancia que no le mejoraba el rendimiento ni le otorgaba ninguna ventaja adicional en el juego.

La selección peruana debutará en el Mundial de Rusia contra Dinamarca el 16 de junio en Saransk.