Nairo Quintana (Movistar), tercero de la general de la Vuelta a España, señaló durante la jornada de descanso que no le duele la etiqueta de conservador, lo que le duele en ocasiones "son las piernas".

"No me duele que me consideren conservador, no siempre se puede atacar. Lo que me duele a veces son las piernas, no soy todopoderoso. Lo importante es que estoy bien. Unas veces puedes atacar, otras me revientan, todo depende de las fuerzas que tengas", dijo Quintana en el hotel de Suances donde Movistar disfruta de la segunda jornada de descanso.

En su análisis de la Vuelta, Quintana considera que la igualdad impera en la general y que la crono de este martes empezará a marcar las diferencias que aún no se han producido.

"Las fuerzas están igualadas, el que mejor vaya contrarreloj sacará más diferencias. Alejandro Valverde aprovechará para ello porque es el mejor contrarreloj, pero luego llega la montaña y también vamos a tener opciones", añadió.

Quintana destacó que "lo importante es que seguimos en la pelea, a pesar de que los rivales que hicieron el Giro pudieron descansar más y vienen más frescos que los que estuvimos en el Tour".

Sobre los segundos que el colombiano no ha podido rebañar en las bonificaciones, Quintana no se mostró preocupado, pero es un asunto que no deja de lamentar.

"No estoy preocupado por el tiempo que he perdido en los finales de etapa, pero he cedido tiempo en bonificaciones y eso no me gusta. La igualdad está siendo tremenda y no es bueno no aprovechar esos segundos en juego", admitió.

Preguntado por cómo es "cuando se baja de la bicicleta", el colombiano se definió como "una persona tranquila" que lo primero que hace al terminar la etapa "es compartir el esfuerzo realizado con los compañeros, comentar la etapa y sacar conclusiones".

Aclaró que en esos momentos "se fortalece la amistad con los compañeros" y destacó el estrechamiento del vínculo con Alejandro Valverde, que sirve para "mejorar al equipo".

"Lo importante es ganar la Vuelta para Movistar, queda la crono y la montaña. No sabemos qué pasara, pero estamos ahí.