Moises Santos no viajó con Chapecoense a Medellín por una lesión. Desde Brasil vio por televisión cómo sus compañeros habían muerto y recibió sus cadáveres en el estadio Arena Condá, donde fueron despedidos el sábado.

Y por su mente el pensamiento más recurrente es que el accidente fue en realidad un homicidio. “Mis amigos fueron asesinados, eso no fue un accidente”, le dijo el futbolista al diario británico Daily Mail.

Santos es el primer integrante del equipo que habla de la responsabilidad que la aerolínea Lamia podría tener en el accidente. Hasta ahora las directivas del club habían dicho que preferían esperar los resultados de las comunicaciones oficiales.

El futbolista Santos, que llegó al club de Chapecó en enero de este año, le dijo al diario británico que la ciudad quedó devastada por la tragedia. “Muchas personas dependían de los jugadores, familias enteras. y ahora ¿qué van a hacer? Eso es lo que todos nos preguntamos: qué va a pasar con las familias”.

Sobre la tragedia, Santos contó que “estaba en la casa durmiendo y mi esposa me despertó para decirme que había ocurrido un accidente con el avión. Me vestí y salí para el estadio a las 3:30 a.m. (medianoche en Colombia). No sabía lo que pasaba y sólo cuando amaneció supe que no iba a volver a ver a mis amigos y compañeros nunca más”.

El futbolista finalizó la entrevista diciendo que lo más difícil de aceptar ha sido saber que la causa del accidente (falta de combustible) era algo que se podía remediar. “Si hubiera sido algo más en lo que el piloto no hubiera podido hacer nada, quizá entendería. Pero esto, saber que es algo sobre lo que el piloto pudo hacer algo, hace que todo sea aún más devastador”.