Las redes sociales se han convertido en una herramienta importante para los futbolistas, ya sea para acercarse a sus hinchas o para promover a sus patrocinadores, pero durante el Mundial-2018 algunas federaciones han decidido dar consejos u orientar a sus jugadores para que no queden 'fuera de juego' o sean centro de polémicas.
   
"No hemos recibido ninguna consigna específica, yo solo he decidido calmarme un poco con las redes sociales porque sabemos que con los medios de comunicación todo se acelera. Por lo tanto, tengo cuidado", afirma el central francés Presnel Kimpembe, consciente de que todo lo que publique en redes puede volverse en contra en un futuro cercano.
   
"Es una buena reflexión, más aún durante la Copa del Mundo", comenta Frank Hocquemiller, de la agencia especializada en derecho de imagen de las celebridades VIP Consulting. "Es la competición más importante en la que uno puede participar, es en representación de su país por lo que hay una presión suplementaria y la cita dura como máximo un mes, el tiempo es corto", observa.

"Sentido común" 

Los daneses, por ejemplo, tendrán que usar su "sentido común", comenta un miembro de esa federación. Del lado sueco, Staffan Stjernholm, portavoz de la delegación, explica: "Simplemente hemos pedido a los jugadores que reflexionen dos veces antes de publicar cada cosa", especialmente "todo lo que podría tener un impacto negativo para ellos y sus compañeros". 
   
En cuanto a los hombres de la Roja, les fue recomendado "ser prudentes en sus publicaciones", según una fuente cercana a la Federación Española (RFEF).
   
Los antecedentes molestos existen: durante la Eurocopa-2016, un video que mostraba al centrocampista belga Radja Nainggolan con un paquete de cigarrillos en la mano terminó perjudicando al jugador de la Roma, así como a su seleccionador de ese entonces.
   
Algunas plantillas prestan más atención para no generar polémicas con consideraciones políticas. Tomislav Pacak, vocero de la selección croata, subrayó que los jugadores fueron informados "principalmente sobre los temas a evitar y lo que pueden o no hacer en el estadio", aunque si bien "la política no es tan estricta, ellos se muestran activos con las fotos, no tanto con las palabras".

Imperativos contractuales 
   
Estas restricciones de publicación a veces ponen a los jugadores en el medio de dos imperativos, porque muchas veces son embajadores de marcas, que en contrapartida de la entrega de dinero les piden a los futbolistas promocionar sus productos en sus redes sociales.
   
"Eso puede estar fijado por un calendario de publicaciones establecido de manera contractual, en un anexo o en el mismo contrato" de imagen del jugador, explica Frank Hocquemiller. 
   
¿Pero qué hacer cuando un jugador debe pasar una publicidad de unos zapatos o productos de higiene después de perder un partido o tener una muy mala actuación? "Somos nosotros los que debemos encontrar la mejor solución entre las reglas de vida de un lado, el patrocinador que ha girado dinero y su necesidad de tener visibilidad durante la Copa del Mundo", aclara Hocquemiller.
   
Pero no hay que ver todo oscuro: las redes sociales pueden ser útiles para apagar el inicio de una polémica, como le ocurrió recientemente al delantero galo Kylian Mbappé, quien tras recibir un patadón de su compañero Adil Rami en un práctica, salió a calmar a todo el mundo en Twitter, diciendo que estaba bien y que no debían molestar a su amigo Rami. "No tengo ninguna lesión", resumió en su cuenta oficial del pajarito.
   
El presidente de la Federación francesa, Noël Le Graët, felicitó a su tropa, porque se despejaron dudas enseguida "comunicando bien", es decir que desactivaron ese inicio de incidente rápido, gracias a las redes sociales.