El técnico de la Selección Colombia, el portugués Carlos Queiroz, ratificó su preocupación por los jugadores que han sufrido lesiones, pero también se mostró tranquilo porque trabajan cerca de los que tienen problemas.

En un conversatorio con varias personalidades, entre ellos el embajador de Brasil en Colombia, Julio Glinternick, a Queiroz se le notó con más confianza, mostrando una faceta diferente, más cercano a la realidad, incluso haciendo bromas, pero siempre con la preocupación por las lesiones de sus seleccionables.

Justamente cuando fue consultado por las recientes lesiones de jugadores como James Rodríguez, Queiroz respondió: “como tengo al embajador de Brasil aquí al lado, tengo que decir que todo está muy bien, todo perfecto (risas), pero en realidad las lesiones son parte del fútbol y la vida, estamos trabajando muy cerca de los jugadores que tienen algunos problemas, pero con tranquilidad en que con la preparación que queremos hacer, vamos a llegar muy bien y fuertes a la Copa América”.

“Con el trabajo y esfuerzo que estamos haciendo, en la Copa América esperamos darle alegría a las personas, que es lo más importante, que sientan el orgullo y estén felices con el rendimiento de los jugadores, porque pase lo que pase dentro de un partido, lo más importante siempre es la camiseta del país, salir con la cabeza arriba y que la gente en el estadio y en la casa sienta mucho orgullo de lo que pase en cada partido”, aseguró.

El portugués volvió a destacar del fútbol colombiano que solo “conocía la punta del iceberg en la Selección Colombia y ahora estoy conociendo todo lo que está debajo de la punta del iceberg, y la primera sorpresa es la cantidad de jugadores colombianos en el mundo, por ejemplo, el mejor jugador juvenil del Porto en la Champions League Juvenil es colombiano, algo impresionante, por eso el potencial es muy grande en Colombia y las posibilidades de hacer un desarrollo enorme con todos los entrenadores y clubes”.

“Este país tiene dos cosas que son la combinación explosiva para un gran suceso, la primera es la técnica y la habilidad natural del futbolista y la segunda es la pasión de la gente, pero todavía hay que trabajar mucho para potenciar al jugador colombiano”, explicó.

Durante la charla recordó sus orígenes y añadió que en nuestro país se siente como en casa y que muchas cosas le han evocado sus años de infancia. 

“Trabajar en Colombia es como el principio de mi vida cuando nací, crecí y jugué fútbol en Mozambique, por eso estoy muy feliz y todas estas cosas son un complemento, como un regalo para mí, por el cariño que me genera mucha más responsabilidad y si Dios quiere, voy a intentar con toda mi experiencia y conocimiento hacer lo mejor para el fútbol colombiano y para la gente”, concluyó Queiroz.