Todo parece indicar que el matrimonio entre el volante cucuteño James Rodríguez y el técnico Zinedine Zidane está más roto que nunca.

Es decir, no tiene arreglo, y nunca ha existido, por más que el entrenador del Real Madrid se jacte diciendo en las ruedas de prensa que el colombiano es un jugador importante para el equipo, que va bien, y que  ha mejorado en su fútbol.

Pero, la realidad es otra.

El martes anterior en el partido de vuelta por la fase de Grupos de la Liga de Campeones ante el Sporting quedó ratificada esa relación de divorcio donde el colombiano otra vez salió de suplente.

En el juego ante los lisboetas, jugado en Portugal, el mediocampista nortesantandereano que fue convocado, permaneció inerme en los 90 minutos sentado en el banco de suplentes.

Incluso la prensa española le hizo seguimiento en el que notó que el colombiano parecía estar en otro lugar mientras sus compañeros seguían atentos al partido.

Una semana atrás, frente al Atlético de Madrid compromiso que ganó el Real (3-0), con triplete de Cristiano Ronaldo, James ingresó en los últimos siete minutos por el portugués, pero no tuvo mucha incidencia en el juego, lo que demuestra el desinterés del francés de contar con el colombiano.

Ahora con la lesión de Gareth Bale, quien será operado de un tobillo y permanecerá dos meses por fuera de las canchas, no se sabe si James sea la alternativa que tiene Zidane para reemplazar al galés, así como lo fue por varios partidos cuando sustituyó a Karim Benzema y después de la recuperación de una lesión el francés  retomó su puesto  y el colombiano volvió a ser sentado.

O si Zidane pondrá en su defecto a Marco Asensio en su lugar, en el compromiso de este sábado a las 10:00 a.m. ante el Sporting de Gijón por la fecha 13 de la Liga española.

Lo cierto es que la relación James-Zidane no tiene remedio y el jugador se ha convertido más en un tapahuecos que una solución en el esquema táctico del francés.

Desorientado y confundido

En total James ha jugado 499 minutos en la temporada, lo que desdice mucho de su rendimiento, bajón que también ha afectado su desempeño con la selección Colombia en las eliminatorias suramericanas al Mundial de Rusia 2018.

James Rodríguez ha vivido una verdadera pesadilla sin fin en 2016.

Con Colombia, desde las Copas América de 2015 y 2016, se ha visto un James, más que preocupado, angustiado, desesperado, discutiendo con los árbitros manoteando, peleando contra sus propios fantasmas, pero aun así el técnico José Néstor Pékerman le sigue dando el respaldo.

Ante todas estas situaciones hace pensar que en el mercado de invierno que comienza en enero de 2017 el futuro del James podría tomar un rumbo definitivo.

Los directivos del Real tienen clara la posición del timonel francés, pero se  abstienen de tomar la decisión de ceder el jugador a otro club, o venderlo.

Pero, ¿habrá algún interesado en desembolsar los 70 millones de euros que pediría el club para dejarlo ir?

La periodista Sarah Castro del diario AS España escribió el martes que “James ya es suplente de suplentes en el Real Madrid”, aduciendo que el buen volante cafetero es uno más de la lista de estrellas que el Madrid ha devorado (quemado) en los últimos años como sucedió en el pasado con el alemán Mezu Ozil, el inglés Michael Owen, el italiano Antonio Cassano, o los holandeses Arjen Robben o Wesley  Senijder.

Sarah, recalca que la situación del cucuteño  es tan complicada que hasta jugadores de las divisiones menores han pasado por encima de él.

Consideró que James necesita un nuevo aire para rejuvenecerse, donde pueda tener ritmo de competencia y volver a ser el jugador que brilló en el Mundial de Brasil 2014, y después, figura con los merengues en la temporada (2014-2015),  que desde entonces no ha vuelto a ser el mismo.

De otro lado, José Félix Díaz, periodista de Marca, ratificó que “James y Zidane, más alejados que nunca”.

Además fue enfático en la relación que existe entre jugador y entrenador.

“Ni James ni Zidane, han sabido encontrar ese punto de entendimiento. Ni el francés ve que el centrocampista un cambio en el trabajo diario, ni el colombiano ve en el técnico gestos que lo lleven a motivarse ante los retos que le lanzan”, afirmó el periodista.

Asimismo, Díaz coincidió con su colega Sarah Castro al referirse que James “necesita un espacio (en otra liga o país), que en fútbol europeo no tiene”.