España se enfrentará en la primera fase del Mundial de Fútbol Femenino Francia-2019 contra Alemania, doble campeona mundial y actual oro olímpico, mientras que Brasil, que sueña con su primera corona, tuvo un sorteo más benévolo, celebrado este sábado en París, al quedar encuadrada con Italia, Jamaica y Australia.
  
La Roja también se enfrentará a China y Sudáfrica en un torneo que tendrá como partido inaugural el Francia-Corea del Sur el próximo 7 de junio en el Parque de los Príncipes de París.
   
China acabó en tercera posición el último Campeonato Asiático y ocupa actualmente la 15ª posición en el ranking mundial, tres puestos por debajo de España.
   
En teoría, el equipo que dirige Jorge Vilda, que participará en el segundo Mundial de su historia, debería jugarse la segunda plaza con el combinado asiático, ya que Alemania, campeona del Mundo en 2003 y 2007 y semifinalista en la última edición, es clara favorita.
   
Sudáfrica, por su parte, es la vigente subcampeona africana, aunque es la penúltima selección del ranking de las participantes, en el puesto 48, sólo por detrás de Jamaica (53).
   
España debutará ante Sudáfrica el 8 de junio en Le Havre.
   
"Es un grupo difícil, duro, que nos va a exigir el máximo, con una clara favorita al título como Alemania", admitió el técnico español.
   
Preguntado si España aspira al título, teniendo en cuenta los recientes éxitos de las selecciones inferiores (campeonas del mundo sub-17 y subcampeonas sub-20), Vilda precisó que "el objetivo es llegar bien preparados y competir bien... en el primer partido, después ya iremos viendo".

Suerte desigual para los sudamericanos

Brasil, que se había quedado fuera del bombo de las cabezas de serie después de no pisar un podio mundialista desde 2007 (finalista), tuvo 'a priori' más suerte que España, al tener que enfrentarse en el grupo C a Australia, Italia y Jamaica, el equipo más débil de los 24 participantes y que será el primer rival de las brasileñas. 
   
Australia era la peor clasificada del bombo de los cabezas de serie (6º) y nunca ha pasado de unos cuartos de final en un Mundial, mientras que Italia, que disputará su tercera Copa del Mundo, tiene como mejor resultado unos cuartos de final en 1991.
   
"Es un grupo muy equilibrado", analizó el seleccionador Osvaldo Fumeiro 'Vadao', que no rehuyó la etiqueta de favorito de su equipo: "Nuestras aspiraciones son las más altas posibles. Iremos a la Copa del Mundo pensando en vencer, pero habrá muchos rivales con potencial".
   
Argentina quedó encuadrada en un grupo D muy igualado, junto a Inglaterra, una de las selecciones que más ha progresado en los últimos años, con un tercer puesto en el último Mundial, y Japón, una de las grandes potencias, campeón en 2011 y tercero en 2015.
   
La selección argentina, que vuelve a un Mundial tras dos ediciones ausente, jugará contra Japón su primer partido, el 10 de junio en París.
   
El seleccionador Carlos Borrello admitió que el fútbol femenino argentino se encuentra "en fase de reconstrucción" y admitió que será "un objetivo muy difícil" clasificarse para la segunda ronda, "pero nada está predestinado, hay que pelearlo".
   
"El más débil puede ganar al más poderoso, es lo lindo del fútbol", añadió este sábado en París tras presenciar el sorteo.
   
La llave la completa Escocia, una de las selecciones debutantes en un Mundial, al igual que Chile, que fue la selección sudamericana que menos suerte tuvo al quedar en el grupo F con Estados Unidos, triple campeona del mundo y gran favorita al título, Suecia (vigente subcampeona olímpica) y Tailandia, que participará por segunda ocasión en el evento.
   
Chile debutará contra Suecia el 11 de junio en Rennes.
   
"El objetivo es competir, tratar de pasar a la segunda fase", declaró el seleccionador chileno José Letelier.
   
"Estados Unidos es el actual campeón, una selección de mucha jerarquía. Suecia lo mismo. Es un grupo bastante complejo para nosotros, pero tenemos la ilusión de hacer un buen mundial", añadió.