El sueño de Colombia de repetir su marca histórica en el Mundial de Rusia se derrumbó en la tanda de penales por 4-3 (1-1) ante Inglaterra, que se medirá con Suecia en cuartos de final.
   
Sin su estrella James Rodríguez, que no pudo recuperarse de una lesión, Colombia parecía que se encaminaba a una hazaña cuando su sorpresivo goleador, el defensa Yerry Mina, igualó agónicamente al 90+3, luego de que el artillero del Mundial, Harry Kane, abrió la cuenta al 57 de penal.
   
Pero la serie de penaltis con su mezcla de fortuna, eficacia y estado de ánimo le marcó el camino de salida al conjunto cafetero.
   
El entrenador de Colombia, José Pekerman, calificó el duelo ante los ingleses de "áspero, duro e incómodo" y criticó la labor del árbitro, el estadounidense Mark Geiger, porque se dieron "muchas situaciones en las que uno tenía la impresión de que se iba a pitar algo". 
  
Denunció la facilidad de los jugadores ingleses de caer en el área: "Uno no sabe si el jugador cae porque le empujan o busca tirarse para buscar la falta (...) Ya se ha visto muchas veces en este Mundial", dijo en referencia a los tres penales que le han pitado a favor a los ingleses en el Mundial.
   
"Esto no empaña que Inglaterra tiene muy buen equipo", sentenció.
   
El equipo sudamericano no pudo llegar esta vez a cuartos de final para repetir en Rusia la marca histórica alcanzada en Brasil-2014, pero murió con las botas puestas, dando batalla los 120 minutos del tiempo regular y el suplementario.
   
"Dejamos hasta la última gota de sudor", dijo el portero cafetero David Ospina apenas finalizado el encuentro.
   
Colombia cuenta con varios jugadores militando en grandes clubes europeos, pero James Rodríguez, el Bota de Oro en Brasil-2014 se ha convertido en símbolo y conductor de un seleccionado que en Rusia no pudo dar el salto de calidad para comenzar a codearse con la elite fútbol.
   
Aunque no hizo mucho en el partido, Kane volvió a anotar y se escapa como artillero del Mundial con seis goles, tres de ellos de penal.
   
Una verdadera batalla se escenificó en el Estadio Spartak de Moscú. Pierna fuerte y dientes apretados a un ritmo enloquecedor durante los 120 minutos, que Inglaterra definió a su favor al ganar por primera vez una definición por penales en un Mundial. 

Más temprano, en la última jornada de octavos, Suecia derrotó 1-0 a Suiza y jugará ante los ingleses el sábado en Samar por cuartos de final.