El avión que transportaba al equipo brasileño Chapecoense para disputar la final de la Copa Sudamericana ante el  Atlético Nacional se estrelló a la medianoche del lunes en las montañas del noroeste de Antioquia,  muy cerca del aeropuerto José María Córdoba de Rionegro, dejando 71 muertos y seis sobrevivientes, informó la Aeronáutica Civil.

Al parecer fallas eléctricas  y no malas condiciones climáticas fueron las que provocaron el accidente del avión RJ80 proveniente del Aeropuerto Internacional Viru Viru en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia. 

La Aeronáutica agregó que los 71 cuerpos fueron evacuados del lugar del accidente, en Cerro Gordo, una zona remota del municipio de La Unión, cercano a Medellín. 

Se indicó que los seis sobrevivientes son los futbolistas Alan Ruschel, Jakson Follmann y Hélio Neto, así como el periodista Rafael Valmorbida y los tripulantes Ximena Suárez y Erwin Tumiri, quienes fueron llevados a tres clínicas próximas a Medellín.

Los médicos le amputaron la pierna derecha al portero, Jakson Follman, quien se encuentra en la unidad de cuidados intensivos, en condición estable

Otro de los arqueros del equipo brasileño, Marcos Danilo Padilha, que había sido rescatado inicialmente con vida, murió en el traslado a un centro asistencial, indicó.

El director de la Aeronáutica Civil, Alfredo Bocanegra, explicó que aunque estaba lloviendo y había neblina en la región, el aeropuerto de Rionegro estaba operando normalmente, al punto de que aeronaves de otras empresas como Avianca realizaron sus aterrizajes sin inconvenientes.

La aeronave, transportaba a futbolistas, directivos del Chapecoense y periodistas desde Bolivia, adonde  viajó en vuelo comercial provenientes de Sao Paulo. 

Veinte periodistas murieron en el accidente aéreo, dijeron las autoridades.

Los periodistas eran todos hombres, incluidos camarógrafos, fotógrafos, comentaristas y reporteros de estaciones radiales y grandes medios noticiosos como Fox y Globo, conglomerado brasileño.

El gobierno de Brasil decretó tres días de duelo nacional por la tragedia, que generó expresiones de condolencias en todos los rincones del planeta y tiene conmocionado al fútbol internacional.

En alocución televisada, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, informó que se comunicó con su homólogo brasileño, Michel Temer, para expresar su solidaridad al pueblo de Brasil.  

“Se adelanta la investigación sobre las circunstancias exactas y posibles causas de esta triste tragedia”, dijo el mandatario, que también señaló la gravedad de dos de los sobrevivientes. 

Perfil del avión 

El avión en el que viajaba el club de fútbol Chapecoense es una aeronave para viajes cortos que era utilizada frecuentemente por clubes y selecciones de fútbol en Sudamérica. El avión, un British Aerospace 146 de 17 años, fue utilizado por Atlético Nacional, el club colombiano que iba a enfrentar a Chapecoense en la final de la Sudamericana. Construido y vendido en 1999, el avión era parte de un grupo de naves British Aerospace 146, o BAE 146. Las BAE 146, y los modelos relacionados Avro RJ – entre los que estaba el avión accidentado – tienen un alcance de aproximadamente 1.700 millas náuticas (unos 3.150 kilómetros), según David Dorman, un vocero de BAE. LaMia, la aerolínea boliviana dueña del avión accidentado, informaba en su portal de internet – que  ya no es accesible - que sus tres BAE146 tenían un alcance máximo de unos 2.965 kilómetros. Esa es casi la misma distancia entre Santa Cruz, Bolivia, y Medellín. Ese alcance puede variar según la carga y el nivel de combustible del avión. Los BAE 146, que usualmente no llevan más de 100 pasajeros, pueden aterrizar en pistas cortas. Tiene cuatro motores colgados desde las alas.

British Aerospace, que se convirtió en BAE Systems in 1999, empezó a vender el BAE 146 en 1981 y terminó su producción en 2003 por motivos económicos. Construyó poco menos de 400 unidades, y unas 220 siguen en servicio. Entre sus principales clientes estaban British Airways, Swiss y CityJet.

LaMia nunca obtuvo licencia de explotación aérea en Venezuela

La aerolínea LaMia (Línea Aérea Mérida Internacional), nunca, a pesar de su nombre, obtuvo por parte de las autoridades de aviación civil venezolanas, la licencia necesaria para abrir operaciones en el país.

Nacido como un proyecto de vuelos regionales y propiedad del economista merideño Ricardo Albacete; LaMia estuvo en un proceso de certificación para la activación de las rutas comerciales en Venezuela, intentando inicialmente abrir operaciones en el estado Mérida.

Posteriormente, la aerolínea trasladó sus gestiones al aeropuerto de Margarita, sin lograr obtener la certificación para la licencia de explotación aérea. “Ellos inclusive hicieron una propuesta para trasladar ese proyecto a Táchira y llevarlo como un ´proyecto bandera, pero eso tampoco se pudo concretar”, relata el Comisionado para Asuntos aeroportuarios del estado Táchira, Said Arafat Gómez.

Debido a que la empresa no logró concretar sus operaciones en Venezuela, fue vendida a particulares en Brasil, desde donde se dedicó a realizar vuelos chárter, principalmente a equipos de fútbol tanto bolivianos como de diversos países de Latinoamérica; así como a empresas estatales. “De hecho, quien pilotaba el avión siniestrado, sería el nuevo dueño de la empresa”, acotó Gómez.

‘Por cosas de la vida, que solo Dios sabe, me acabé quedando’

“Las operaciones de Búsqueda y Rescate dejaron 71 víctimas recuperadas y seis sobrevivientes atendidos en centros asistenciales, para un total de 77 personas”, indicó la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), en un balance de fallecidos tras establecer que en la aeronave viajaban menos personas de las que se había informado inicialmente.

Las cuatro personas que figuraban en el listado pero no viajaron finalmente son: Luciano Buligon, alcalde de Chapecó, ciudad sede del Chapecoense; Plinio Nes Filho, dirigente del equipo; Gelson Merisio, diputado de la región; y el periodista Iván Carlos Agnoletto.

“Por esas cosas de la vida, que solo Dios sabe, me acabé quedando”, dijo Luciano Buligon, el alcalde de la ciudad sureña de Chapecó, , que ayer lloraba la fatalidad que sufrió su modesto equipo, que soñaba con jugar hoy su primera final internacional.

Resumen de agencias