Gracias a un gol del belga Dries Mertens y a las paradas del colombiano David Ospina, el Napoli se clasificó para la final de la copa italiana, después de haber empatado 1-1 frente al Inter haciendo bueno el 1-0 de la ida.

El próximo miércoles, en Roma y a puerta cerrada, el Nápoles buscará el título contra la Juventus, que este sábado se clasificó tras empatar 0-0 contra el Milan, gracias al 1-1 de la ida.

Estos partidos de vuelta de la ‘Coppa’ supone el regreso del ‘Calcio’ tras más de tres meses de suspensión de la temporada por la pandemia del nuevo coronavirus, que ha afectado especialmente a Italia.

La Serie A se reanuda el 20 de junio y allí la Juventus figura como líder, aunque con apenas un punto de ventaja sobre la Lazio, cuando quedan doce jornadas para el final del campeonato, por lo que el equipo de Turín aspira a un nuevo doblete, mientras que para el Nápoles la copa puede suponer la salvación de una mala temporada en la liga, donde no tiene asegurada su presencia europea la próxima temporada.

El Inter empató la eliminatoria en el minuto 3 de partido gracias a un gol olímpico del danés Christian Eriksen, que contó con la colaboración de un desafortunado Ospina, aunque el arquero colombiano se convirtió en uno de los héroes de la clasificación, sobre todo en el tramo final del partido, cuando el equipo de Milán se lanzó al ataque en busca de la victoria, que evitó el arquero sudamericano con varias acciones de mucho mérito.

El pase a la final llegó poco antes del descanso con el gol de Mertens, rematando a placer un pase de Lorenzo Insigne tras una rápida contra (41).

Es el gol 122 de Mertens, de 33 años, con la camiseta napolitana, lo que le convierte en el máximo goleador de la historia del club, que compartía hasta ahora con el eslovaco Marek Hamsik, y suma siete más que Diego Maradona, autor de 115 tantos en su etapa en Nápoles.

Pese a que no hubo público por las restricciones sanitarias del nuevo coronavirus, el canal estatal RAI informó que un pequeño grupo de aficionados del Nápoles se reunieron en los alrededores del estadio de San Paolo y lanzaron petardos cuando el belga marcó su tanto.