Un ataque de lujo y una defensa inquebrantable le dieron el jueves pasado al invicto Atlético Junior de Colombia el paso a las semifinales de la Copa Sudamericana 2017, una instancia que nunca ha disputado y a la que llegó tras eliminar al Sport Recife de Brasil.
   
Artillería pesada

Junior tiene una pareja ofensiva que más de un club sudamericano envidiaría. Guiado por los jugadores de la selección Colombia Teófilo Gutiérrez y Yimmi Chará -una dupla bautizada en Barranquilla como ‘ChaTeo’-, los ‘tiburones’ ajustan siete goles en seis salidas.

Si bien no es un promedio fuera de lo común, el talento y recorrido de ambos arietes enloqueció a más de una defensa: entre ambos suman tres goles y dos asistencias en la Sudamericana, y 15 en la liga cafetera en 16 partidos.

Aunque todos los ojos se sitúan sobre Gutiérrez y Chará, goleador del torneo local con diez anotaciones, la despensa ofensiva del cuadro del colombo-argentino Julio Comesaña es abundante.

En el movedizo mediocampista ofensivo Yony González, en la dinámica del joven volante de la cantera Luis Díaz, las ideas del enganche uruguayo Matías Mier y la garra del delantero paraguayo Roberto Ovelar está el complemento adecuado cuando la chispa del ‘ChaTeo’ no brilla o los rivales terminan por imponerse. 
   
Cerrojo con sello uruguayo

Comesaña ha conseguido estructurar un equipo equilibrado tanto en liga -donde ya está clasificado a playoffs- como en copa. En el rentado cafetero tiene una de las mejores defensas con 10 goles en contra y el mejor ataque con 27 tantos.

Los números del Clausura en la retaguardia se reflejan en la Sudamericana, donde solamente han ajustado tres anotaciones en seis partidos, para una media de 0,5 goles por encuentro. 

Pese a que en la competición regional no registran un promedio ofensivo superlativo, la consolidación de defensores como Jonathan Ávila, Germán Gutiérrez y Rafael Pérez sumado al liderazgo y los reflejos del capitán, el portero uruguayo Sebastián Viera, suplen la contundencia que los ha convertido en una pesadilla para sus rivales locales.

Viera, el ídolo contemporáneo de los barranquilleros, fue clave en el recorrido ‘tiburón’ hasta las semifinales. El charrúa detuvo tres disparos en la definición de penales en la segunda ronda ante el Deportivo Cali, que ganaron los rojiblancos 3-2.

Media inglesa

Los rojiblancos llegan invictos a la semifinal. En el trayecto copero ganaron dos partidos (Cerro Porteño de Paraguay y Sport Recife) y empataron los cuatro restantes (los dos contra el Deportivo Cali, frente a Cerro y Sport Recife).

De los diez puntos obtenidos, la mitad fueron conseguidos afuera del estadio Metropolitano Roberto Meléndez de Barranquilla, cuyo clima y ambiente lo han convertido históricamente en un fortín.

Aunque en casa solo venció a Cerro Porteño en octavos de final (3-1), Junior compensó raspando puntos con los empates contra Cali y los mismos paraguayos fuera de la ciudad caribeña.

Su desempeño como visitante fue justamente el que le permitió pasar de forma cómoda a la semifinal. El doblete de Yony González en Recife, para el 2-0 en el compromiso de ida, le dio un parte de tranquilidad para la vuelta del jueves, cuyo 0-0 pareció un partido de trámite.