Empezó a ocurrir tan a menudo, que ya dejó de ser una casualidad... siempre que el Deportivo Cali tiene un partido enredado, aparece Nicolás Benedetti para resolver y poner a celebrar al hincha caleño. 

Pasó este año en el primer clásico del semestre, cuando al minuto 90 le dio el triunfo al equipo; también hace ocho días en Medellín, cuando liquidó la serie de cuartos de final; y ayer, de nuevo frente al América, pero en las ‘semis’, Nico apareció al minuto 53 para abrir la cuenta en Palmaseca y dejar el camino limpio hacia la final.

Fue 2-0 a favor de los verdes, porque rozando los 69 Orejuela puso cifras concretas, pero como viene siendo habitual, Benedetti, ese joven menudito y talentoso que juega con el 21 a su espalda, fue el encargado de desequilibrar la balanza ante un América valiente, aguerrido y que ante la ola verde en las tribunas no aflojó y dio la pelea hasta el minuto 93, cuando el árbitro Nicolás gallo pitó el final.

El partido fue como se imaginaba la gente. Luego del aburrido 0-0 en el juego de ida en el Pascual Guerrero se sabía que el encuentro de vuelta se iba a jugar a otro precio, con el cuchillo entre los dientes. 

Así fue. Avisó el Cali al minuto 6 con una opción de cabeza que se perdió Miguel Murillo, y a los 21 Sambueza remató mordido luego de un error en la defensa americana. Los rojos, que jugaron de negro, aguantaban con inteligencia, pero a los 29 el paso a la final se les empezó a diluir con la salida por lesión de su figura, Cristian Martínez Borja, quien no se pudo recuperar luego de una acción en la que el defensor Germán Mera le entró con mucha fuerza.

Pese a esto, la ‘Mecha’ de Torres, apelando a la táctica como a lo largo de todo el semestre, complicó y al final del primer tiempo tuvo en sus manos una opción que hubiera cambiado totalmente el destino del juego: luego de un desajuste defensivo del Cali, Iván Vélez quedó solo para rematar al arco defendido por Pablo Mina, pero Yorleys Mena —que había ingresado por Borja— confirmó que este no fue su torneo y estorbó a Vélez en esa jugada.

Con el 0-0 y los hinchas de ambos clubes comiéndose las uñas en los bares, en las casas y en Palmaseca, terminó el primer tiempo.

El complemento parecía que iba a tener una tónica similar a la de los primeros 45 minutos, pero fue allí cuando apareció la magia, cuando apareció Nicolás Benedetti. Recibió un pase de atrás al minuto 53. Controló, se metió con confianza al área y definió como se debe, con frialdad ante el achique de un Bejarano que nada pudo hacer. 1-0 y presagio de fiesta verde de la mano de un chico que no pasa los 20 años. 

América, al que le sobró pundonor, intentó descontar, pero no fue su turno para avanzar. El turno se lo llevó el Cali, que viene de dejar en el camino al DIM y a su eterno rival, y que ilusiona a sus hinchas con la décima estrella.

América no se repuso al golpe y a los 69, casi 70, recibió otro mazazo. Orejuela, el lateral derecho azucarero, bordeó el área, se fue hacia adentro y con perfil cambiado, de zurda, remató y clavó el 2-0 con ayuda de un desvío. 

Con la ventaja decantada a su favor, Cali pasó a jugar con línea de tres con el ingreso de Juan Sebastián Quintero, pero paradójicamente fue allí donde el rojo más se acercó, con remates de Silva y Mena, que fueron atajados de gran manera por Pablo Mina, que no hizo extrañar a Camilo Vargas. 

América, al que le sobró pundonor, intentó descontar, pero no fue su turno para avanzar. El turno se lo llevó el Cali, que viene de dejar en el camino al DIM y a su eterno rival, y que ilusiona a sus hinchas con la décima estrella.