Contrario a lo que venía sucediendo con Atlético Nacional, que jugaba bien un partido y el otro no, esta vez el club antioqueño mostró la misma actitud con la que enfrentó a Medellín, en el clásico, para vencer 2-0 al América de Cali.

Los dirigidos por Paulo Autuori llegaban al partido frente al club escarlata con un envió anímico importante tras vencer al rival de patio, situación que permitió que sus hinchas recobraran la confianza en el proceso del técnico brasileño y llenaran el estadio para apoyar al equipo.

Ese respaldo se sintió desde el inicio del compromiso, y es que desde que se anunció la alineación titular habían buenas noticias: reaparecían Daniel Bocanegra, el capitán Alexis Henríquez, el volante Brayan Rovira y el atacante argentino Hernán Barcos.

Los tres no desentonaron y mantuvieron el nivel que el equipo mostró ante el Medellín: Bocanegra con sus salidas por sorpresa desde atrás; Henríquez con su liderazgo y sus acertados pases largos; Rovira con su acostumbrada entrega en el mediocampo, y Barcos en lo suyo: el gol.

En el primer tiempo Nacional generó situaciones, las más claras en los pies de Ceppelini, que no pudo acertar. Esa falta de puntería le permitió al América tomarse confianza y al final de esa etapa le robó el balón a Nacional.

Para el segundo tiempo los “diablos rojos” salieron atrevidos, pero ese impulso duro poco, porque Nacional recompuso su fútbol y empezó a generar las mejores opciones.

La primera llegada clara de esa etapa complementaria fue en los pies de Deiver Machado, quien no pudo acertar a la salida del portero rival.

Después sería Hernán Barcos, que no midió bien un cabezazo y la pelota se fue desviada. En ese momento, el fantasma de la ineficacia rondaba las tribunas del Atanasio.

Sin embargo, iba llegar la reinvidicación para el “Pirata”. A los 77 minutos Sebastián Gómez le realizó un pase preciso que el argentino recepcionó de gran forma, cambió de pierna y puso a celebrar a toda la afición verdolaga.

Al América le quedaba poco tiempo para la reacción y además ya se había quedado con un hombre menos por la expulsión de Luis Paz, a los 68 minutos.

Así que el club visitante estaba listo para ser liquidado y, como dicen por ahí: “No hay cuña que más apriete que la del mismo palo”. Jeison Lucumí, exAmérica, puso el 2-0 definitivo en el marcador en el tiempo de descuento.

Lucumí no lo celebró, pero sí toda la hinchada que salió del estadio Atanasio Girardot satisfecha, porque ven en este equipo a ese Nacional que recuperó su jerarquía y que en los momentos más difíciles la saca a relucir.

Con el triunfo, el elenco paisa mantuvo  los más de 10 años sin perder con América en el Atanasio (febrero de 2009 fue la última vez que ganaron los de Cali), además de un invicto de 7 partidos ante los escarlata por Liga: 6 victorias y un empate.

Después de superar dos escollos de peso como Medellín y América, a Nacional le resta asegurar su plaza frente a Envigado y Santa Fe, clubes con los que cerrará la presente ronda de la Liga.