América volvió a la victoria después de cuatro partidos, tras vencer este sábado 2-0 al Envigado en el Pascual Guerrero. 

De fácil no tiene nada el Envigado de Ismael Rescalvo, que vendió cara su derrota ante un América que, aunque tuvo las oportunidades más claras del partido, por momentos les brindó espacios en el campo a los naranjas arriesgando a que les hicieran daño. 

Rescalvo no llegó a defenderse al estadio sanfernandino. Todo lo contrario, le jugó por momentos mano a mano a los orientados por Hernán Torres. Fue precisamente por esa actitud que a los 5 minutos de juego tuvieron de media distancia la primera oportunidad clara del compromiso, que gracias a la atención de Carlos Bejarano no pasó a mayores. 

El anuncio de la visita fue un campanazo de alerta para los dueños de casa. Desde ese momento, los americanos comenzaron a darle manejo al balón y de a poco empezaron a soltar los laterales que se convertirían más adelante en importantes para el desarrollo de los primeros 45 minutos. 

Los envigadeños eran aplicados. Una de sus mejores virtudes. Pero el fútbol rápido y preciso de América les creaba problemas y a los 19 minutos Steven Lucumí, una de las figuras de anoche, sacó un fuerte remate que soltó el arquero Jeferson Martínez, y que Cristian Martínez Borja mandó al fondo de la red. El estadio gritó gol, pero el juez de línea de manera acertada anuló el tanto. 

Los escarlatas ya preparaban el camino de la celebración. A los 24 minutos, Lucumí, que anoche lució inspirado, sacó un pase calcado al área rival y que por su potencia parecía que alcazaba a irse, de no ser por Diego Herner, quien saltó y levantó la pierna para poner un pase preciso al área. Llegó de atrás Éder Castañeda y de cabeza rompió el silencio en el Pascual Guerrero al marcar el 1-0. Celebración con baile incluido. 

América siguió atacando y buscando la oportunidad para el segundo tanto, pero se llevó antes algunos sustos con la visita. Al final, Envigado no pudo descontar y se fueron al descanso en la primera mitad. 

Para la segunda parte las cosas no cambiaron mucho. Lucumí estuvo metido en el encuentro, ahora más acompañado de Juan Camilo Hernández, quien fue un socio ideal para él, y Martínez Borja, que estuvo metido todo el tiempo en el partido. 

Envigado volvió a repetir la dosis y casi marca iniciando la segunda parte, pero sus ganas no iban a alcanzar la noche del sábado en el Pascual Guerrero. 

A los 72 de juego, en una jugada colectiva, Cristian Martínez Borja, de gran trabajo, filtró un balón al área que dejó mano a mano a Lucumí con el arquero, para que este definiera de buena manera y prendiera de nuevo la fiesta roja en el escenario sanfernandino. Fue el 2-0.