El obispo católico de Táchira, Mario Moronta, recientemente nombrado vicepresidente de la conferencia episcopal venezolana, se mostró preocupado por la situación general de Venezuela y señaló su iglesia tiene claro su papel: estar con el pueblo.

Enfatizó que ese es el verdadero interés de la acción del episcopado. “Lo hemos demostrado en muchas ocasiones; también hemos sido claros al decir que estamos contra el régimen totalitario que se quiere seguir imponiendo”.

Moronta dijo que mientras el diálogo sea entre dirigentes políticos, solo se conseguirá lo que ellos quieren o buscan. “El diálogo no puede seguir siendo un encuentro de élites y a la dirigencia política del oficialismo y de la oposición no parece interesarle el bien común, sino sus propios intereses”.

Migración descontrolada

Destacó que la cifra de quienes pasan la frontera hacia Cúcuta es demasiado alto… “Se calcula el paso de unas 38.000 personas diariamente (muchos de ellos, es cierto que regresan pues van a hacer compras del lado colombiano), pero un alto número que queda en Colombia, para ir a otros sitios de Suramérica”.

Desde que comenzó la situación de crisis en Venezuela, han emigrado cerca de cuatro millones de venezolanos a diversas partes del mundo, dijo.

Destacó el prelado que el fenómeno migratorio no se da sólo en la frontera entre Táchira y Norte de Santander, sino también en los límites comunes entre Venezuela y Brasil.

Moronta se mostró preocupado por la situación de escasez y carestía que priva de alimentos a los venezolanos y aseguró que son muchas las familias que no logran satisfacer las necesidades básicas, y se quedan con una comida al día.