A los problemas para la producción de carne que en meses anteriores habían denunciado los empresarios de San Cristóbal (Táchira, Venezuela), se suman los altos precios para los consumidores.

En la última semana, las familias tachirenses han tenido que invertir un 25% más de lo acostumbrado para comprar un kilo de carne.

Hoy, el precio de esta proteína en los supermercados y puntos de venta es de 700 bolívares fuertes, aproximadamente, mientras que el valor de la carne en canal oscila entre los 380 y 400 bolívares fuertes.

“En los campos, donde el ganado no es de mucha calidad, todavía puede conseguirse el kilo entre 380 y 450 bolívares; mientras que en la ciudad, donde hay que sumar los costos de transporte y matanza, el precio supera los 650 bolívares, en promedio”, asegura Luis Hernández Guanipa, presidente de Asogata y vicepresidente de Fedenaga.

El vocero explica además que el incremento obedece a los elevados costos de producción y a la inflación que afecta directamente los insumos, y que en el país es superior al 60%, siendo la más alta de las economías mundiales.

Un ejemplo de como se elevaron los costos de producción se encuentra al analizar el precio del concentrado para las reses.

En los últimos meses, el alimento dejó de costar 600 bolívares fuertes y pasó a 1.300 bolívares fuertes, un incremento del 116%.

Este fenómeno al alza, que también se evidencia en el costo de la medicina veterinaria, se une al aumento del 30% del salario mínimo, aspectos que afectan directamente el comportamiento financiero de las empresas.

El presidente de Asogata indica que los precios de la carne y la leche son un reflejo de la inflación en el país.

Una marcada escasez

En cuanto al abastecimiento, se siguen presentando los inconvenientes.

Como consecuencia del aumento en los costos de producción se ha presentado una fuerte reducción en la demanda de carne, una dinámica que obligó a una merma en el sacrificio de ganado.

Por otro lado, la dinámica de precios altos evita que los supermercados ofrezcan el producto por temor a ser sancionados.

El incremento en los costos de carne es consecuencia de una espiral inflacionaria. Los precios de insumos y de la materia prima suben cada día.

En el caso del ganado, el concentrado, la medicina veterinaria, los fungicidas y demás insumos han subido, y el gasto es llevado al resto de la cadena.

*Eilyn Cardozo | Corresponsal San Cristóbal (Táchira)