Una crítica situación se vive en la frontera con Venezuela, especialmente en los departamentos de Norte de Santander, Arauca y La Guajira, debido al cierre del paso entre las dos naciones hasta el próximo 2 de enero por decisión del presidente de la vecina República, Nicolás Maduro.

La decisión del Maduro incluye la vigencia del billete de 100 bolívares, que había sido prohibida para supuestamente “golpear a las mafias colombianas”, que según el presidente venezolano se apoderan de estas denominaciones.

Maduro también decidió cerrar hasta el segundo día del próximo mes las fronteras con Colombia y Brasil. "He decidido prorrogar la circulación billete 100 hasta el 2 de enero (... y) el cierre de la frontera con Brasil y Colombia", anunció el mdadatario el pasado sábado.

La salida de circulación del billete de 100 Bolívares desde la semana pasada provocó fuertes protestas de lado y lado de la frontera por la falta de nuevos billetes para canjearlos, y en las últimas horas generó disturbios del lado venezolano por el cierre fronterizo que les impide la compra de alimentos y medicinas.

Hasta el momento se habla de tres personas muertas y varias heridas, así como un número no precisado de detenidos.

Ante el anuncio de prohibir la circulación de los billetes de 100 Bolívares, que debían ser cambiados en el Banco Central de Venezuela, miles de ciudadanos desesperados hicieron larguísimas filas el viernes y este sábado, bajo fuerte custodia militar, para depositar sus billetes el Emisor.

La crisis también ha afectado al comercio colombiano de frontera, donde los propietarios de locales se quejan de las bajas ventas debido a la ausencia de compradores venezolanos.

De hecho, mientras en un fin de semana normal por los puntos fronterizos pasan a Colombia cerca de 40 mil personas, en las últimas horas la afluencia escasamente llegan a1500, pues por los corredores humanitarios solo se permite el paso de personas con casos muy especiales.

El sábado, más de 500 mujeres venezolanas, que integran las llamadas ‘Damas de Blanco’, apoyadas por sus esposos e hijos, desafiaron a la Guardia Nacional de Venezuela y cruzaron la frontera con Cúcuta para comprar alimentos y productos de primera necesidad.

La frontera entre ambos países fue reabierta en julio pasado después de un año de cierre por orden del presidente Maduro, tras la muerte de dos militares de su país en el estado Apure.