Las fuertes lluvias que desde la madrugada de este lunes se registraron sobre la ciudad de San Cristóbal, causaron el desbordamiento de varias quebradas y la saturación de los sistemas de drenaje, colapsando la ciudad en diversos puntos.

Las aguas superaron la capacidad de sus cauces naturales y se adueñaron de calles y avenidas en sectores como La Unidad Vecinal, La Castra, la Avenida 19 de abril, Las Lomas y Barrio El Río, los cuales quedaron a merced de las tempestuosas aguas.

Razones de fondo

El problema pareciera ser estructural, o peor aún, fundacional. “La ciudad es débil desde el punto de vista de la gestión del riesgo, porque tiene condiciones muy específicas: está construida sobre una terraza y rodeada de formaciones geológicas muy particulares”, explicó Jairo Ovallos, jefe de operaciones de Protección Civil Táchira.

La Unidad Vecinal

La capital es, además, un valle de fuertes pendientes, o áreas de ladera y montaña que ahora han sido deforestadas o intervenidas por el hombre sin planificación, afectando de manera directa, el equilibrio natural de la zona.

Se impusieron las aguas

Danny Lozada, director de Protección Civil San Cristóbal precisó que las precipitaciones causaron el desbordamiento de la quebrada “La Carbonera”, que atraviesa la Unidad Vecinal, donde colapsó el colector y socavó el cajón ubicado en la calle principal con intersección de avenida Lucio Oquendo, ocasionando inundaciones en la vía y diez viviendas afectadas.

Esta avenida Lucio Oquendo, que pasa frente al hospital Central y se intercepta con la avenida 19 de Abril, también estuvo colapsada por la formación de una gran laguna, que afectó el normal tránsito vehicular y el acceso al principal centro hospitalario de la región.

“El agua está corriendo libremente con piedras, troncos y todo el sedimento que la quebrada está arrastrando, por la vía principal de la Unidad Vecinal”, ilustró el funcionario al tiempo de precisar que las aguas continuaron su curso por las calles hacia la parte baja de la ciudad, inundando algunos sectores de la populosa parroquia La Concordia.

Quebrada La Bermeja

El sector Las Lomas también se vio afectado debido al desborde de un talud ubicado en la parte lateral de la avenida Miranda, impidiendo totalmente el acceso del tránsito vehicular; además la copiosa lluvia influye en las inundaciones de la calle Navay y la calle principal de este sector industrial.

También la quebrada La Bermeja mostró su furia, y aunque se mantuvo dentro de su cauce, causó algunos colapsos de estructura a lo largo de su recorrido. Hasta el momento no se registran víctimas.

Asimismo, se presentaron emergencias por el sector La Cueva y debido al desbordamiento de la quebrada La Blanca tras las precipitaciones de las últimas horas, se obstruyeron los desarenadores del acueducto rural, lo que dificultará la distribución de agua en los próximos días no solo al sector La Cueva, sino para los barrios Bolívar, El Lobo, Santa Cecilia, Santa Teresa, Colinas de Carabobo, Villa Olímpica, Las Lomas y Machirí.

“Estamos muy pendientes del comportamiento de la quebrada La Chucurí, la cual se encuentra en su nivel máximo y pudiese afectar a la comunidad de Sabaneta, de continuar las precipitaciones como se prevé que pudiese suceder durante los próximos dos días”, apuntó.

A riesgo

“Luego de atravesar el Río Zúñiga y dos quebradas, logramos llegar caminando, que es la única forma de hacerlo, hasta el cañón ubicado entre la población de Caño Seco  y Mundo Nuevo,  donde se produjo el deslave que incomunicó las 12 aldeas de la parroquia Francisco Romero Lobo”, dijo la alcaldesa de San Cristóbal Patricia de Ceballos tras su más reciente visita a la zona.

Parroquia Romero Lobo

En la parte alta de la ciudad, la Dirección de Infraestructura Municipal se avocó al uso de maquinaria pesada para la restitución del tránsito vehicular en la vía principal del Parque Nacional “Chorro El Indio”, donde las fuertes lluvias han ocasionado la caída de árboles en la vía, además de deslizamientos de tierra y obstrucción de cunetas por los sedimentos que arrastra el agua.

Sin embargo, pese a los esfuerzos de las autoridades, en la zona se siguen evidenciando fallas de borde en todo el trayecto y las precipitaciones constantes debilitan los taludes, siendo un riesgo el paso para vehículos, motos y peatones.