Cocina mejorada, habitaciones y baños adecuados, oficinas reformadas, áreas sociales reestructuradas y con cerca perimetral. Así fue entregado el Centro de Migraciones de Cúcuta, en el barrio Pescadero.

Más de 130 inmigrantes venezolanos son atendidos en este espacio, manejado por los misioneros scalabrinianos. 

La adecuación de la infraestructura y la dotación requirió una inversión de 128 millones de pesos, que fueron financiados por la embajada de Japón.

El consejero de la embajada, Naoki Yokobayashi, explicó que el proyecto es una de las ayudas que está brindando el gobierno japonés a Colombia en temas relacionados con el fenómeno migratorio. Explicó que los recursos corresponden al esquema de cooperación japonesa de asistencia financiera no reembolsable para proyectos comunitarios.

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El padre Francesco Bortignon detalló que también adquirieron colchonetas, camas, un congelador, instalación del cielo raso, aire acondicionado, ventiladores, equipos médicos, y elementos para la cocina. 

Estas obras permitirán mejorar la atención que reciben los inmigrantes en el centro: hospedaje, alimentación y asesoría.

Sostuvo que desde hace tres meses están atendiendo por encima de la capacidad que tiene el espacio, porque reciben hasta 150 personas, cuando fue diseñado para 110. “Estamos utilizando todos los espacios posibles, porque da lástima dejar a la gente en la calle”, dijo. “El centro de migrantes atiende a 2.800 personas al año”, enfatizó.

Explicó el consejero japones que la embajada también apoyó con el financiamiento de dos proyectos para los inmigrantes en La Guajira, a través de los cuales donaron equipos médicos al hospital de Maicao y a un centro de atención de venezolanos en la zona.