El Puente Internacional de Tienditas, obra esperada 30 años dentro del proceso de integración de Colombia y Venezuela, luce como un ‘elefante blanco’ al permanecer cerrado pese a que quedó terminado en noviembre de 2016 con una inversión cercana a los 40 millones de dólares (unos $116.422 millones) y sin siquiera recibir la inauguración oficial. 

Este jueves, cuando se cumplen cinco años de haber sido instalada la 'primera piedra' para su materialización, el panorama en ese sitio es desolador, con unas láminas que impiden el acceso del lado colombiano desde donde se aprecia a la distancia la obra como un pueblo fantasma, lejos de lo que se anunció como el paso fronterizo más moderno del país.

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Ese 24 de enero de 2014, los entonces cancilleres de Colombia, María Ángela Holguín, y de Venezuela, Elías Jaua, se reunieron en Ureña, para hacer realidad el sueño de contar con el quinto puente internacional que mejoraría el intercambio comercial y descongestionaría los pasos internacionales Simón Bolívar (La Parada-San Antonio) y Francisco de Paula Santander (Cúcuta-Ureña), que antes del cierre de la frontera, en agosto de 2015,  tenían un tráfico de 16.000 vehículos diarios, cuyo 10 por ciento correspondía al transporte de carga pesada. 

Transcurrido este tiempo, en que parece más lejano el día en que se reabra la frontera para el paso vehicular entre los dos países por el distanciamiento diplomático entre los gobiernos de Caracas y Bogotá, los habitantes del área metropolitana de Cúcuta se preguntan quién ronda el Puente de Tienditas.

Lo anterior, porque muchas personas han denunciado en redes sociales y en otros medios que aunque en el día nadie cruza por ese lugar, en las noches se aprecia una intensa actividad en sus alrededores, con carros de todo tipo que cruzarían cargados de mercancías de contrabando y otros para ser comercializados en este lado del río Táchira.

(En esta imagen, se muestra el presunto cruce de vehículos en el puente internacional que no ha sido inaugurado. | Foto: cortesía.)

Los vecinos piden la intervención de los organismos de seguridad de Colombia para que sea verificada esa información, manifestando que la megaestructura estaría al servicio de mafias de contrabandistas, que con apoyo de autoridades del lado venezolano tendrían montado allí un jugoso negocio.

Una gran obra

(La puesta en funcionamiento del puente sobre el río Táchira está aplazada por tiempo indefinido. | Foto: Mario Caicedo)

El Puente Internacional Tienditas está ubicado a unos 10 minutos del centro de Cúcuta, por el sector de Villa Silvania, en el Anillo Vial Oriental, que conecta con el caserío Las Tienditas, distante 3,36 kilómetros de Ureña y 8 kilómetros de San Antonio del Táchira en el municipio Bolívar.

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El paso binacional sobre el río Táchira está listo, incluidas su estructura, las vías de acceso y el edificio administrativo del Centro de Control de Fronteras, pero su apertura depende exclusivamente de las decisiones de los dos gobiernos.

Las obras del lado venezolano también están culminadas, que incluyen un puesto de control, las oficinas de Servicio Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat) y de la Guardia Nacional, entre otras. 

El puente tiene tres estructuras, dos para vehículos y una para peatones, con una longitud de 280,10 metros, 10 metros de ancho de calzada, y una luz entre pilas de 140 metros, construido por dovelas, con el sistema de carros de avance.

Las estructuras para vehículos, cada una de trescarriles, serían usadas por los vehículos que circulen en sentido Colombia-Venezuela y la otra para los que vengan desde Venezuela hacia Colombia, mientras que al lado izquierdo está el paso peatonal, que podría ser usado por las personas que transitan en bicicleta.

La megaobra binacional fue ejecutada por el Consorcio Binacional Batalla de Cúcuta, con un costo final cercano a los 40 millones de dólares, aportados en partes iguales por los gobiernos de Colombia y Venezuela.

En lo que corresponde al edificio administrativo, Colombia invirtió alrededor de 20 millones de dólares, incluyendo las vías de acceso. La obra en general, incluidos el puente y los puestos de control, tardó 24 meses en ejecutarse.

Redacción Q'Hubo