El sector agropecuario del Táchira se declaró una vez más en emergencia, obligado por la inseguridad que reina en sus unidades de producción, donde la extorsión, el secuestro y el abigeato se han disparado de forma alarmante.

Leonardo Figueroa, presidente de la Asociación de Ganaderos del Táchira precisó que el productor agropecuario José Ramírez fue plagiado hace más de un mes en la población de Santa Bárbara de Barinas, sin que hasta ahora tengan ninguna información sobre su situación de salud o su paradero. Su vehículo, un camión 350, fue encontrado dos días después en el municipio Ayacucho, en la zona norte del Táchira.

“La actividad delictiva se ha incrementado significativamente, no sólo a nivel del estado Táchira, sino en todo el suroeste andino y en algunos estados del interior de Venezuela”, agregó.

Según las cifras que maneja la Federación de Ganaderos a nivel nacional, en lo que va de 2016 unas 156.000 reses han sido objeto de abigeato; un promedio de 13 mil cabezas mensuales, muchas de las cuales son descuartizadas en la misma finca, por lo que se han dejado de producir unos 119.407.000 litros de leche y unos 8.408.400 kilos de carne.

El secuestro también se ha convertido en una seria amenaza. “En los dos últimos años el secuestro ha aumentado 170%, siendo Táchira, Guárico, Aragua y Zulia las entidades más afectadas. Mientras de 8.500.000 hectáreas han sido invadidas o expropiadas".

Sin ayuda gubernamental

Por su parte, Edgar Medina, Vicepresidente de Asogata señaló que los productores agropecuarios se encuentran afectados en sus casas y en sus unidades de producción, producto de las equivocadas políticas del Ejecutivo nacional en materia de seguridad para este sector, que es el único que puede garantizar la alimentación de los venezolanos. “Queremos denunciar que no tenemos ninguna ayuda gubernamental para poder continuar produciendo”, dijo.

Señaló que desde las propias instancias de gobierno como el Instituto Nacional de Tierras, se está promoviendo la invasión de fincas productivas por parte de comunas y los llamados frentes de productores socialistas, quienes toman los predios productivos y los parcelan para revender los lotes de terreno; todo ello sumado a una agresiva política de expropiaciones que han llevado a una merma sustancial de la producción de carne y leche en toda la región.

Así mismo, sostuvo que “en muchos casos de extorsión y secuestro han aparecido policías, Guardias Nacionales y hasta efectivos del ejército, vinculados como perpetradores de estos hechos”

En el último mes el estado Táchira ha sido testigo de la invasión parcial de la finca “Mata de Mango” en el municipio Fernández Feo, en la zona sur del Táchira, y la invasión de las tierras pertenecientes a la sucesión Lorenzo, en la población de La Tendida, al norte de la entidad.

La paz de Colombia no es la paz de Venezuela

“Le pedimos al gobierno de Venezuela, que así como funge de mediador para que Colombia alcance la paz que todos anhelamos, también debe incluir en esas negociaciones a los venezolanos que durante más de medio siglo han sido víctimas del accionar de estas organizaciones irregulares, tanto por parte de las Farc como del Eln, y muchos de ellos son productores agropecuarios”, dijo Medina.

Agregó  que aún luego de anunciados los acuerdos de paz, los productores venezolanos siguen siendo víctimas de las células disidentes, que se han trasladado a la frontera y actúan impunemente en territorio venezolano, donde están organizándose en nuevas agrupaciones delincuenciales, cuyas principales víctimas son los productores, sus animales y sus fincas.

“Es allí donde se incrementa la incidencia de casos de extorsión, secuestro express, abigeato, pérdida de animales, robo de maquinaria, tractores, repuestos e incluso robo de los alimentos destinados a la preparación de la comida de los obreros”.

Adicionalmente señaló que cuando estos casos son denunciados ante los cuerpos de seguridad, en la mayoría de los casos se llevan detenidos a los trabajadores, incautan los chopos y cualquier arma que les pudiese servir de defensa. “Pero cuando se realizan las investigaciones, y se detiene a los implicados, éstos a las pocas semanas son puestos en libertad, lo que expone aún más de la vida de los productores, quienes en muchos casos optan por evitar la denuncia para prevenir inconvenientes mayores”.

Insistieron en que la paz de Colombia no es la paz de Venezuela, y aunque celebran que las Farc y el Eln estén por el camino de la consolidación de una paz definitiva, en Venezuela se requiere que también el gobierno nacional resguarde las fronteras, para garantizar la paz de sus pobladores.