Durante las últimas semanas los precios de los alimentos se han disparado como nunca antes en Venezuela, y –por supuesto- el estado Táchira no está ajeno a esta situación. Cada vez más familias disminuyen la cantidad y calidad de los alimentos que consumen; situación en la que también incide la acentuada escasez de rubros básicos.

“Las personas de escasos recursos, ya no pueden adquirir productos necesarios, como carne, leche, huevos y queso”, dijo Maithe Navarro, propietaria de un abasto en la pequeña población de Palmira, en la zona metropolitana del Táchira, quien relató que a su puerta llegan madres humildes a pedir las sobras de la venta de verduras, para rebuscar algo con qué alimentar a sus pequeños.

Alexander Cárdenas relató a La Opinión que en su casa, ante la escasez de harina precocida han optado por “comprar el maíz pelado, cocinarlo y molerlo, como hacían las abuelas en el siglo pasado”, proceso que según explicó, requiere de mucho tiempo y esfuerzo, por lo que necesita la participación de varios miembros del grupo familiar, y deben permanecer hasta altas horas de la madrugada en la faena de molienda, luego de terminar sus diarias obligaciones laborales.

“Queso hace meses que no compramos, igual que los huevos, al almuerzo hemos reducido el consumo de carne y pollo, porque también están por las nubes”, dijo, y a la pregunta de ¿qué es lo que comen?, respondió “lo que se pueda… plátano y arroz, arepa pura con agua miel, pasta con salsa de tomate y cuando se puede, vísceras como el bofe o la chinchurria, que es lo más económico”.

Precios por las nubes

“Esto de los precios nos tiene locos a todos, aquí  varía algo de un día para otro y se hace lo que se puede”, señaló Orlando Morales, propietario de una charcutería en el populoso sector de La Concordia, quien ratificó que lo que más se está vendiendo es la mortadela de pollo, que se mantiene en 1.450 bolívares el kilo.

“El jamón y el queso amarillo, ya es muy poco lo que se vende, a pesar de que hay variedad en la oferta, pero los precios espantan a los clientes y nosotros no podemos hacer nada. Eso sube todas las semanas”, agregó.

Por su parte, Leonardo Figueroa, presidente de la Asociación de Ganaderos del Táchira, (Asogata), advirtió que si no se reactiva la producción en el país, el precio de la carne y la leche seguirá aumentando de manera indetenible.

Rumbo a la hiperinflación

Según el economista Humberto Pérez, Venezuela se encuentra rumbo a una hiperinflación, escenario en el que los precios cambian hasta tres y cuatro veces en un día.

“La diferencia de Venezuela con Argentina, Perú, Chile, es que en las épocas en que esos países atravesaron por procesos de hiperinflación, había oferta de productos, mientras en Venezuela, la hiperinflación que se avecina, viene acompañada de una abrumadora escasez”, explicó el catedrático.

Asegura Pérez que esta situación es inédita en la historia de América Latina, porque combina dos variables críticas que jamás habían confluido en la región e incluso en el mundo. “Situaciones como la que atraviesa Venezuela, ni siquiera se registraron en la época de la post guerra europea”.