Este lunes, se cumplió un mes de la aplicación del Decreto de Estado de Excepción ordenado por el presidente venezolano en el estado Táchira y que ahora se extiende a 22 municipios de ese país.

Coincidencialmente la gobernación del Táchira anuncia un incremento en las restricciones para el acceso de alimentos, mediante la unificación de las ventas de productos por el número final de la cédula de identidad.

La información fue difundida este lunes por el gobierno regional, que establece que la venta de alimentos, bebidas, artículos de limpieza y víveres en general, en la red pública y privada de abastos y supermercados en 29 municipios de la entidad, se harán por el último número de cédula del usuario.

El argumento del gobierno ha sido hasta ahora,  que el Estado de Excepción permite la aplicación de la llamada “Operación de Liberación del Pueblo”, un intenso operativo policial orientado -en este caso- a la eliminación de las redes delincuenciales, paramilitares y del contrabando.

Pero, según explica la publicación gubernamental, la venta por número de cédula busca  “favorecer el acceso del pueblo a los alimentos y productos de consumo diario y optimizar la lucha contra las mafias del bachaqueo, contrabando, acaparamiento y especulación“, situación que pareciera contradictoria tras un mes de Estado de Excepción y de cierre de fronteras.

El gobernador del Táchira, Vielma Mora, dijo que las mafias del bachaqueo y las redes del contrabando eran las responsables del desabastecimiento evidenciado y reiteradamente denunciado por los habitantes del estado Táchira.

Sin embargo, los residentes no se explican cómo luego de un mes de extremas medidas que impiden el paso binacional se haga necesaria la aplicación de estos estrictos controles de racionamiento en la venta de alimentos para “favorecer el acceso al pueblo a los alimentos y productos de consumo diario”, cuando las propias autoridades anunciaron que tras el cierre fronterizo los anaqueles de abastos y supermercados se verían rebosantes de mercancías.