Las clases en los colegios del departamento seguirán con normalidad. Las actividades académicas no serán suspendidas, tras el cierre de frontera que tiene tanto Colombia como Venezuela.

La oficina de cobertura de la secretaría de Educación departamental informó que los más afectados por el cierre son Villa del Rosario y Puerto Santander, porque en el resto de los municipios donde hay gran matrícula de venezolanos, como Tibú y Sardinata, los alumnos viven en suelo colombiano.

Según los números que maneja esta oficina, el 40 por ciento de los alumnos que está asistiendo lo hace por trochas corriendo todos los riesgos que implica atravesar la línea fronteriza por pasos no autorizados.

Actualmente, en los colegios del departamento, exceptuando a Cúcuta, hay 7.396 estudiantes provenientes de Venezuela.

En las instituciones los coordinadores están trabajando sin aplicación de evaluaciones.

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Caso Cúcuta

En Cúcuta fueron suspendidas las actividades en el colegio Club de Leones en El Escobal. Sin embargo, instituciones como el Misael Pastrana Borrero, donde hay 800 estudiantes venezolanos y la mayoría vive en Ureña la situación se complica.

El rector Pablo Silva explicó que la ausencia es casi total, y que los niños están pagado las consecuencias de las malas decisiones de ambos gobiernos.

En este problema los menos culpables son los niños que tienen derecho a la educación, pero que por encima de este se encuentra el derecho a la vida, que pudiera ser quebrantado o violentado en estos pasos fronterizos ilegales, en los cuales están arriesgando su integridad física. 

Silva indicó que adelantan conversaciones con entidades municipales y organismos internacionales para mirar una salida.