La ministra  venezolana de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, dijo durante una visita realizada al Centro Penitenciario de Occidente en Táchira, que hasta ahora no se reporta ningún caso de COVID-19 en las cárceles venezolanas y que son falsas las denuncias de desnutrición entre la población penal.

Para Varela “es imposible que el virus entre a las cárceles venezolanas, porque se han tomado todas las medidas para evitarlo”. Destacó que el sistema penitenciario fue controlado en un 100%, “lo primero que se hizo fue suspender las visitas en todas las cárceles del país”, dijo al explicar el paquete de medidas aplicadas para evitar el brote de coronavirus al interior de los penales venezolanos, donde además “se habilitaron espacios donde se atenderán los casos sospechosos en caso de que se presenten, tienen protocolos de lavado de pies y manos, para recibir la paquetería permitida”. Dijo que su despacho ha asesorado a la Cruz Roja Internacional en los protocolos para la prevención del COVID-19 en centros de reclusión.

Con relación a las denuncias sobre desnutrición severa al interior del penal, realizada por familiares, activistas de derechos humanos y abogados defensores, Varela acotó que “el Estado venezolano dota de alimentos y de todo lo necesario para mantener a la población privada de libertad bajo el nuevo régimen penitenciario” y agregó que en el 98,7% de las cárceles del país se ha implementado este nuevo régimen, quedando solo 5 cárceles en fase de transición. Aseguró que los reclusos reciben atención médica oportuna.

Otra, sin embargo, es la versión que relatan los familiares. La madre de uno de los reclusos que pidió no ser identificada para no comprometer la liberación de su hijo, en el marco de la jornada de liberación bajo palabra de unos 150 reclusos que ingresaron a régimen de confianza tutelada. “Esos hombres se están muriendo de hambre, llevan más de una semana comiendo sin sal, no les dan una gota de dulce, están enfermos, hay una epidemia de diarrea y de fiebre”, señaló.

Otra de las madres agregó que no hay medicinas. “Todos sabemos la situación del país, sabemos que no hay comida para esos muchachos que están allá muriendo de hambre, hay muchas enfermedades y ellos no tienen cómo salir adelante porque están desnutridos y no les dan medicamentos, agradecemos que saquen a estos muchachos y le pedimos a la doctora Iris Varela que por favor atienda la situación del CPO”, expresó.

Raiza Ramírez, abogada y coordinadora del Observatorio Venezolano de Prisiones Táchira, ratificó las denuncias que la organización viene realizando en torno a la presencia de cuadros diarreicos y  focos de tuberculosis al interior del centro penitenciario, así como la mala calidad de la alimentación que reciben los reclusos. "Hay hombres allí que pesan menos de 50 kilos", refirió.

A mediados de junio pasado, dos hombres que cumplían condena en el CPO fallecieron por complicaciones de diversas patologías. Sus familiares a las puertas de la morgue denunciaron que los cadáveres presentaban desnutrición extrema.