Pamplona tampoco ha escapado del fenómeno de la migración de ciudadanos venezolanos. Por sus calles se han visto pasar a miles de personas con destino al interior del país, Costa Atlántica y naciones de Suramérica.

Unos caminando. Otros en buses, camiones y hasta colgados de las carrocerías de las tractomulas. Lo hacen por las carreteras a Bucaramanga y la Central del Norte que va con rumbo a Tunja y Bogotá.

Al municipio empezaron a llegar masivamente los primeros caminantes a principio de 2017 y ante esa situación la administración municipal inició los procesos de deportación de extranjeros en condiciones irregulares.

En febrero del año siguiente, le había entregado a Migración Colombia 325 personas que se establecieron en la localidad, sin cumplir con la documentación en regla.

En 2018, en especial después del segundo semestre, se presentaron los picos más alto de migrantes que pasaron por Pamplona y otros se quedaron a vivir en los municipios de la región.

Igual fenómeno ocurrió a lo largo de 2019, en donde el éxodo masivo se mantenía.

Entrando el presente año el fenómeno fue decreciendo hasta que, en marzo, con las medidas sanitarias, como producto de la COVID-19 el tránsito se redujo considerablemente.

En los actuales momentos están pasando grupos de 5, 15,50 y hasta 80 personas que van con rumbo al centro de Colombia y otros con el propósito de seguir para Ecuador o Perú.

También se ven los retornados que en menor cantidad hacen escala en Pamplona. Llegan con niños, personas adultas y otros enfermos al tener que soportar el largo recorrido que emprendieron para regresar a Venezuela.

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Los que arriban al caer la tarde, pasan la noche durmiendo en los andenes, utilizando plásticos para resguardarse del inclemente frío pamplonés.

“Puedo decir, que por aquí han pasado más de dos millones de personas”, dijo Martha Duque Vera, quien fue la pionera en la atención a los caminantes.

Tiene más de tres años en la tarea humanitaria, en donde inicialmente acondicionó al lado del puente de Chíchira el primer refugio o caseta de madera, en donde acomodaba a las mujeres, niños y adultos mayores.

Ocañeros claman lazos de hermandad para superar crisis económica

El director ejecutivo de la Asociación de Municipios de la provincia de Ocaña, sur del Cesar y la zona del Catatumbo, Édgar Andrés Pallares Díaz califica como negativo el cierre de la frontera desde todos los puntos de vista.

“Negativo no solo en lo humano porque ha significado la ruptura de las relaciones familiares, sociales y culturales que se han construido a lo largo de siglos, en los dos mil kilómetros de la frontera, también consecuencias en términos económicos y comerciales”, señala el funcionario.

 Recuerda que es una de las líneas limítrofes más vivas del mundo y esa decisión limita o anula cualquier relación. “Si bien las medidas políticas son responsabilidad de los gobiernos, es necesario que este tipo de determinaciones no afecte realmente a los pueblos que es la razón de ser de las mismas naciones. Esperamos que en el corto y mediano plazo las diferencias sean superadas y la relación tan armónica que siempre existió se vuelva a restablecer”, agregó.

Repercusiones

 Los migrantes duermen en los andenes. Tienen que soportar el frío y las lluvias. 

El presidente de la Asociación de Comerciantes de Ocaña, Felipe Meza, manifiesta que las pérdidas son incalculables ya que el eje de la economía en esta región del país giraba en torno al intercambio de productos agrícolas y mercancías entre ambos países.

Asegura que son imperiosas las relaciones diplomáticas para oxigenar la economía en la zona de frontera.

 “El cierre abrupto de los puentes afecta ostensiblemente el intercambio comercial y es hora de que los mandatarios comiencen a buscar mecanismos para mejorar la economía”, señaló.

 Explica que el comercio dependía del intercambio con Venezuela y a raíz del cierre se incrementó el contrabando.

“La gente optó por sacar las mercancías por las trochas y los grupos al margen de la ley se encargan de establecer peajes. Entonces urge una pronta solución a las relaciones internacionales”.