La gobernadora del estado Táchira, Laidy Gómez, cuestionó que el puente binacional de Tienditas, listo desde mediados del año pasado para comunicar a Cúcuta y Ureña se esté perdiendo, luego de la inversión de Colombia y Venezuela para su conclusión.

Según Gómez, “no existe la voluntad de ambos ejecutivos para darle utilidad al puente. En mi condición de diputada insistí en el tema, pero no sentí disposición política del Ejecutivo venezolano, y actualmente por la conflictividad política entre ambos presidentes, no hay acuerdo ni el propósito de buscar una solución por la frontera y habilitar el paso en condiciones normales”.

Esta obra de ingeniería tuvo una inversión de 32 millones de dólares aportados por ambos países, y estuvo a cargo del Consorcio Binacional Batalla de Cúcuta. 

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De otro lado, Gómez insistió en que la frontera colombo-venezolana está colmada “de gran cantidad de flagelos, que alimentan los intereses personales de muchos funcionarios”.

El contrabando de extracción fue catalogado por la mandataria como uno de los principales problemas. “Es una de las debilidades que desmejora la convivencia y economía en la zona. El contrabando de gasolina, aumenta la crisis en Táchira, porque acá los conductores tienen que dormir en las estaciones de servicio para llenar el tanque de sus carros”.

“Hay sitios como Guaramito y las trochas de San Antonio, donde el contrabando de gasolina es denunciado por las comunidades a plena luz del día”, denunció Gómez.

Aseguró que no desestima la idea de un encuentro con el gobernador de Norte de Santander, William Villamizar, inquietud que surgió del sector económico tachirense. 

“Se han presentado algunas propuestas, pero de darse se hará en un marco institucional, porque hay temas en común, sobre todo el fronterizo, y aunque todo lo relacionado con migración no es competencia de ninguno de los dos, sino del Ministerio de Relaciones Exteriores, de la Cancillería, estamos preocupados por los problemas sociales en el eje fronterizo”.