Con consignas como “Periodismo Libre” y “#NoNosCallarán”, un grupo de periodistas del Táchira que laboran en los diferentes medios de comunicación y agencias informativas elevó su voz de protesta ante las difíciles condiciones de trabajo que vienen enfrentando. Todo ello en la víspera del Día Nacional del Periodista, que se celebra en Venezuela cada 27 de junio.

Judith Valderrama, expresidenta del gremio que agrupa a estos profesionales, explicó que “hoy mayor fuerza que nunca, los periodistas venezolanos enfrentan todo tipo de vicisitudes para salir todos los días a trabajar y mostrar al mundo lo que sucede en Venezuela”.

La censura, el cierre de medios, la falta de papel, la escasez de combustible y el colapso de servicios como la electricidad y el internet motivaron a los comunicadores a hacerse escuchar en las calles.

También somos ciudadanos

El lado humano del ejercicio periodístico no quedó de lado en la protesta protagonizada este miércoles por los comunicadores tachirenses.

“Nosotros también somos ciudadanos”, dijo por su parte Mariana Duque, periodista independiente, al explicar que, cómo dejando de lado la faceta profesional, los periodistas en el seno de sus hogares sufren las mismas privaciones y carencias que el resto de los venezolanos.

“Nosotros tampoco tenemos gas, se nos va la luz, hacemos colas por la gasolina, los sueldos no nos alcanzan, nos arropa la inflación; somos de carne y hueso, pero no podemos detenernos a quejarnos, tenemos que salir a la calle a darle voz a quienes necesitan hacerse escuchar y a proyectar al mundo la realidad de lo que se vive en este país”, destacó.

La Opinión como ejemplo

En el marco de la Protesta, Lorena Arráiz, periodista en ejercicio y profesora de periodismo en la Universidad de Los Andes, recordó la gran cantidad de periódicos, televisoras y emisoras de radio que han cerrado en Venezuela.

“Llevo a mis clases un ejemplar de La Opinión, para mostrarle a mis estudiantes lo que es un verdadero periódico, con secciones, con cuerpos, con fuentes; con espacio para reportajes y trabajos especiales; porque muchos ya se olvidaron de lo que es tener en sus manos un diario impreso”, dijo.

En Táchira, dos de tres diarios impresos se vieron forzados a migrar exclusivamente a formato digital, por el control que sobre la distribución del papel para las rotativas mantiene el Estado venezolano; además varias emisoras de radio fueron cerradas tras la revocatoria a sus concesiones de frecuencia.

Arráiz agregó que no es fácil en estos tiempos de fuentes restringidas y de voceros unipersonales cargados de sesgo político, hacer un verdadero periodismo y contrastar las informaciones.

“Nuestro mayor reto como docentes de periodismo es incentivar a los muchachos a mantenerse enamorados de la profesión; decirles que lo que hoy vivimos en una contingencia, que esto va a cambiar y que tenemos que volver al periodismo que hacíamos, sobreponiéndonos a la censura y a todas las adversidades que hoy agobian al país”. Sus estudiantes de segundo año de Comunicación Social le acompañaron en la protesta.