El 23 de febrero de 2019 pasará a la historia como el día en que 30 toneladas de medicinas, alimentos y kits de aseo quedaron reducidas a cenizas, en confusos hechos que se registraron ayer a la 1:50 de la tarde cuando cuatro tractomulas cruzaron al lado venezolano del puente Francisco de Paula Santander, que conecta a Cúcuta con Ureña.

Previamente los voluntarios del gobierno interino de Juan Guaidó, liderados por la diputada Gaby Arellano, derribaron las barricadas y las lanzaron al río Táchira.

Dos oficiales de la Policía militar venezolana desertaron antes de ingresar las tractomulas, en medio de los aplausos de sus compatriotas.​

Cada tractomula de acuerdo con reportes de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd) transportaba 20 toneladas de ayudas para Venezuela.

Al cruzar casi la totalidad del puente Francisco de Paula Santander fueron bloqueadas por la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y la Policía Militar Venezolana, que dispararon perdigones, gases lacrimógenos y granadas aturdidoras.

Los centenares de venezolanos se replegaron y en medio del caos que se desató en el puente internacional, los ciudadanos del vecino país respondieron a la GNB con piedras y bombas molotov.

Sargento primero Efrén Ajejandro Linarez Hinojosa, de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, quien desertó y fue recibido en el puente Francisco de Paula Santander.​

El llanto de mujeres y jóvenes por los gases, desmayados, heridos en piernas y en brazos, calentaron aún más el agitado ambiente y en medio de la conmoción se escucharon gritos pidiendo extintores para apagar las llamas de una de las tractomulas.

Las acciones para apaciguar las llamas fueron infructuosas. La tractomula se incineró y las llamas alcanzaron a otro de los automotores, del cual alcanzaron a bajar la mitad de la carga, en una ‘cadena humana’ que fue formada por venezolanos, Defensa Civil y Policía colombiana.

De las cuatro tractomulas una quedó en poder de la GNB, dos quedaron convertidas en cenizas y otra logró regresar a Colombia y su destino fue Tienditas, de donde salió antes del mediodía.

Cantando el himno de Venezuela y sobre cuatro tractomulas, llegaron ciudadanos al puente Francisco de Paula Santander.

Las decenas de heridos que resultaron de los enfrentamientos fueron atendidos bajo las carpas de Migración Colombia, por un grupo de Médicos Unidos por Venezuela liderados por Andrés Calle. Además, la Policía brindó los primeros auxilios.

Momento en que los voluntarios quitan las barricadas y las lanzan al río Táchira.

Los enfrentamientos y el caos se apoderó del corredor fronterizo durante toda la tarde. La diputada Arellano denunció la represión y dijo que “las tractomulas fueron quemadas por orden del dictador Nicolás Maduro, al verse derrotado. La Policía estaba cediendo”.

Dos tractomulas quedaron reducidas a cenizas en el puente internacional.

Los voluntarios en su intento por ingresar las ayudas de Colombia a Venezuela, hicieron corredores motivando a las mujeres de la Policía Militar para que se unieran a su causa. 

Con lágrimas y manifestando estar cansadas del gobierno de Maduro dos de ellas cruzaron al lado colombiano, en medio de los aplausos de los eufóricos venezolanos.

Con pañuelos se cubrieron los venezolanos para protegerse de los gases lacrimógenos.

A primera hora del día (7:30 de la mañana) se había presentado en la mitad del puente Francisco de Paula Santander el sargento primero Efrén Alejandro Linarez Hinojoza, de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, quien desertó y fue recibido por Migración Colombia.

Con sentimientos encontrados y pensando en su familia, respondió a la pregunta de qué esperaba en Colombia con un tímido no sé, brotaron lágrimas y sintió el afecto de los colombianos que en coro le dijeron: así es sargento, bienvenido a la libertad.