El 19 de agosto de 2015 pasó a la historia como el día en que Venezuela expulsó de su territorio a unas 20 mil colombianos, bajo el pretexto de que supuestos paramilitares atacaron una patrulla de la Guardia Nacional Bolivariana.

Dos años después, justamente en agosto y en ese mismo punto de la frontera entre Norte de Santander y el Táchira, empezaron a presentarse balaceras aleatorias, a plena luz del día, que a la fecha dejan 5 muertos y 3 heridos.  

Aunque ya van 13 en los últimos tres meses, ninguno de estos tiroteos ha generado un pronunciamiento contundente de las fuerzas militares venezolanas o del mismo Gobierno. 

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“Es curioso que Maduro haya cerrado la frontera por mucho menos que esto, y ahora, cuando se presentan enfrentamientos y balaceras, nadie se pronuncia. De repente pareciera que el tema ya no es tan importante para ellos”, asegura un investigador venezolano.  

Las autoridades han manifestado que se trata de enfrentamientos entre bandas de ambos lados, que luchan por el control territorial. 

Según residentes de la zona,  en Llano Jorge y en La Invasión, también conocida como Mi pequeña Barinas (San Antonio) desde hace varios meses comenzaron a aparecer hombres patrullando con fusil, que  son quienes desatan los tiroteos.  

“Usan camisas negras y algunas veces se les ve con camuflados. Llevan fusil y los llamamos los ‘bota de caucho’ porque siempre las llevan puestas”, cuenta un habitante de La Playita, sector colombiano que limita con La Invasión. 

Colectivos vs. Paras

Según información de inteligencia y de organizaciones de derechos humanosde ambos países, el control territorial de la frontera se disputa entre dos grupos: el colectivo chavista conocido como Fuerzas Bolivarianas de Liberación (FLB), que opera en llave con el Eln, y la organización paramilitar La Frontera, integrado por personas que residen en La Parada y que mantienen allí el control de las extorsiones. 

“El conflicto en la frontera es por el control del territorio. Ideológicamente y políticamente los colectivos y el Eln tienen el mismo espíritu y propósito; la diferencia es que las Fuerzas Bolivarianas de Liberación terminan siendo un grupo irregular promovido por el gobierno venezolano y la guerrilla termina usando el territorio venezolano como un alivio en función del conflicto en Colombia”, explica Javier Tarazona, presidente de la fundación Redes, organización venezolana que se ha dedicado a investigar la presencia y el accionar de la guerrilla en el vecino país.  

Para Tarazona, el desplazamiento de la guerrilla a territorio venezolano respaldado por el gobierno de Nicolás Maduro es evidente y creciente. 

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“Mientras Conatel ha bloqueado a NTN24, a CNN y a RCN, no han bloqueado ni una sola emisora de la guerrilla”, asegura. 

¿Con aval de la Guardia?

La supuesta connivencia entre los colectivos y la Guardia Nacional es un tema que tocan abiertamente quienes traen mercancía por las trochas y han sido testigos de algunos de estos episodios. 

“Los Bota de caucho tienen un cambuche muy cerca de La Parada, en el sector conocido como La Muralla, uno que hasta hace poco ocupaba la Guardia”, cuenta un maletero que por seguridad pide la reserva de su nombre. 

“Están regados por todo el río, incluso en zonas donde está la Guardia. Cuando salen a disparar lo hacen delante de ellos, sin que haya ninguna reacción”, manifiesta. 

En los episodios de últimos días, los disparos han estado dirigidos a policías colombianos que patrullan el sector. 

Un investigador judicial que ha estado al frente del proceso que se sigue por estas balaceras, asegura que a pesar de las peticiones de los habitantes y de algunas autoridades de militarizar la zona, es poco probable que esto suceda, pues el Gobierno Santos tiene claro que no puede permitir una acción que Venezuela tome como provocación, pues esto podría  desatar un enfrentamiento entre las dos naciones. 

Afines al chavismo

Según una investigación de Insight Crime, fundación dedicada al estudio del crimen organizado en Latinoamérica, Las Fuerzas Bolivarianas de Liberación (FBL), también llamados Boliches, son un grupo que se ubica a lo largo de la frontera con Colombia. A diferencia de las insurgencias tradicionales, este colectivo apoyó al gobierno de Hugo Chávez y generalmente evita enfrentarse con las fuerzas de seguridad.

El grupo ha tenido una estrecha relación con las Farc, quien les proporcionó ha proporcionado apoyo logístico y entrenamiento.  Las FBL cobraron notoriedad en Venezuela en 1992, cuando se adjudicó la responsabilidad de ataques contra funcionarios públicos corruptos y luego, en 1999, cuando Chávez fue elegido.