Preocupación por la inasistencia de estudiantes a las escuelas de Villa del Rosario dijeron sentir los rectores de las instituciones educativas.

Germán Eduardo Berbesí, rector de la Institución Educativa de La Frontera, dijo que desde que empezó la deportación de colombianos desde San Antonio del Táchira descendió el número de asistentes a clase.

De 1.072 estudiantes del colegio La Frontera, en La Parada, el 60 por ciento no ha vuelto a las aulas “porque la gran mayoría aún está en las zonas de invasión escondidos o en otras partes de San Antonio temerosos de venir. Otros están en los albergues y los papás no los han querido mandar a estudiar”.

Berbesí dijo que el lunes solo fueron 80 alumnos (de 1.072); sin embargo, la cifra aumentóa 400 el martes y a 500 ayer.

“Estamos convenciendo a los papás de que nos envíen a los niños a estudiar, vamos hasta los albergues y estamos llamando a los padres de familia a sus teléfonos para saber qué les ha pasado a sus hijos”, dijo

Según Berbesí, también se están recibiendo a los niños que están sin ningún documento y los están carnetizando para que puedan estar en el plantel educativo.

Desde que empezó la masiva deportación de connacionales, la Institución Educativa La Frontera ha recibido a 50 nuevos estudiantes, 10 de ellos venezolanos, hijos de padres colombianos o también venezolanos.

Berbesí explicó que en el colegio que dirige ya hay deserción escolar por causa de la crisis humanitaria que se vive en Villa del Rosario.

“Hoy, en un solo día se retiraron 12 niños que se van para el interior del país y nos preocupa que estos chicos queden inestables o en el limbo”, señaló el rector.

Según la comunidad educativa, los padres (más que censos) están pidiendo planes de vivienda o soluciones de trabajo porque no quieren irse al interior del país.

El rector del colegio expresó que algunos estudiantes de bachillerato que estudian en La Parada pero que viven en zonas como La Invasión, Mi Pequeña Barinas y otros sitios de San Antonio del Táchira temen llegar a la frontera .

“Hoy llegó uno de nuestros alumnos de 11 años con morados en los brazos y golpeado porque le corrió a los guardias. Ellos están escondiéndose porque sus padres fueron deportados y no quieren quedar en poder del Gobierno vecino”, dijo Berbesí.