En los temas de desarrollo social y fronterizo Víctor Bautista Olarte, magister en desarrollo e integración regional,  ha trabajado con especial dedicación y buen conocimiento. Es uno de los profesionales de Norte Santander con preparación que garantiza su idoneidad en los cargos desempeñados. Actualmente es asesor  de la Cancillería en el Plan Fronteras para la Prosperidad y en cumplimiento de sus funciones le ha correspondido un intenso trabajo para atender los problemas generados por la decisión del Gobierno de Venezuela de cerrar la frontera con Colombia. Es una voz autorizada para analizar la emergencia.

¿Qué interpretación tiene usted del cierre de la frontera por parte del Gobierno venezolano, pasado más de un mes de esta decisión?

Que son diversas las problemáticas comunes de la frontera que requieren medidas de fondo y que estamos muy distantes en la forma en que las queremos resolver. Nosotros proponemos cooperación y mayor comunicación para atender los problemas surgidos. Ellos, por su parte, han cerrado los pasos fronterizos legales como son los dos puentes y no se ve una participación estable en los espacios y comisiones de trabajo conjuntas.

¿Está en capacidad el Gobierno de Colombia para atender esta crisis?

Si. Un total de 45 entidades del Gobierno Nacional participan en equipo con las Alcaldías y la Gobernación en el Puesto de Mando Unificado cogerenciado por la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio del Interior. A través de dicho PMU se articula y supervisa la oferta institucional de atención humanitaria como alojamientos temporales, logística para el traslado de personas y enseres a los lugares de origen, subsidios de arriendo, servicios de Registraduría e Identificación, asistencia consular, formación y servicio de empleo y atención de salud.

El Gobierno de Venezuela habla de la construcción de una nueva frontera.  ¿Qué podría esperarse?

En la construcción de una nueva frontera estamos de acuerdo. Lo necesario es precisar conjuntamente los mecanismos y planes estratégicos para lograrlo. Esto sin olvidar que tenemos dos modelos de Estado distintos. Podemos luchar conjuntamente contra el contrabando, contra la venta ilegal de la gasolina y el narcotráfico. Son varios frentes,  pero requieren una acción conjunta y ello implica que tengan sostenibilidad en las  acciones y las formas de cooperación.

¿Cuáles soluciones son adecuadas para la zona fronteriza de Colombia, teniendo en cuenta a Cúcuta con sus condiciones especiales?

-as soluciones deseadas históricamente deben variar y ajustarse al nuevo contexto. Tenemos ahora Estados con modelos económicos y políticos muy diferentes. Eso implica que la gente de frontera cambie de pensamiento y logre un proyecto regional más positivo, mas estable y por ende con mayor autonomía.

¿Cree que podrán restablecerse las relaciones a un nivel de integración fronteriza con beneficios recíprocos?

Hay temas en los que se podrá hacer una cooperación para la integración realmente efectiva. Otros no. Ldistancia entre las dos monedas genera mucho campo para la especulación. Los precios subsidiados de Venezuela también. En temas de desarrollo social y cultural como lo es el bienestar de los niños y niñas estudiantes o las personas que requieren tratamientos y atención médica seguramente serán más viables que los meramente económicos.

¿En este momento, qué es lo prioritario?

Mantener las personas más vulnerables con la menor afectación posible. Estamos atendiendo con todas las herramientas a los deportados y retornados que llegaron en medio de esta situación. También estamos velando porque los estudiantes y enfermos puedan transitar por la línea fronteriza con la menor dificultad posible.

¿Cree posible mantener buenas relaciones entre los sectores dirigentes del Táchira y Norte Santander?

Es necesario,  pues son los responsables del desarrollo de sus regiones, pero hasta ahora no se han dado señales de parte del Táchira para impulsar una dinámica de este estilo. Creo que las buenas relaciones deben darse entre los actores regionales en Norte de Santander y a su vez con el Gobierno nacional. Es necesario organizar muy bien la casa y luego ver que se puede y debe hacerse hacia afuera.

¿Cómo está la participación de la Cancillería en las ayudas que impone  la emergencia?

A través de tres comisiones de trabajo se ha buscado atender las solicitudes más inmediatas expresadas por las personas afectadas,  que hacen referencia  a la reunificación familiar, la recuperación de enseres y las quejas por abusos por parte de las autoridades venezolanas. En primer lugar, la Comisión de Reunificación Familiar busca que cientos de familias fragmentadas por los efectos de las medidas adoptadas por el Gobierno de Venezuela logren reunificarse y emprender un nuevo proyecto de vida en Colombia. En segundo lugar, la Comisión de Traslado de Enseres analiza los mecanismos de recuperación de enseres toda vez que las medidas adoptadas no solamente fragmentaron los núcleos familiares sino que causaron una afectación económica y de normalidad en la vida cotidiana por la ausencia de elementos y bienes mínimos para lo cual el Gobierno Nacional ha recepcionado las denuncias y solicitudes de las familias afectadas y ha puesto ante las autoridades de Venezuela como uno de los objetivos fundamentales por lo que se ha discutido la gestión de entrega de estos enseres. Y finalmente, la Comisión de Paso Escolar busca mantener el tránsito de niños, niñas y jóvenes estudiantes así como de casos médicos de emergencia protegiendo así los derechos a la educación y a la salud de la población más vulnerable. A la fecha, se han reunificado 111 menores a 83 núcleos familiares, se han recibido 1.427 solicitudes de recuperación de enseres y por el corredor humanitario se han trasladado 3.262 niños, niñas y jóvenes estudiantes desde su apertura el 7 de septiembre de 2015.

¿Cuál es la solución para los albergues de los deportados a fin de que no se conviertan en carga para Cúcuta?

Es necesaria una estabilización socioeconómica de las personas que llegaron nuevamente a su país. Algunas han ido a otras regiones, otras son de esta región y seguramente permanecerán aquí. Ahora lo importante es ver que entren a una inserción social y a procesos productivos estables y positivos para la región.

¿Cómo  ve a la comunidad regional ante la crisis?

La vemos solidaria, inquieta y por encima de todo consciente de querer avanzar hacia una etapa de cambio. Se nota que se busca consolidar un modelo más autónomo y menos dependiente de la informalidad y de actividades transfronterizas. El “querer cambiar el chip”, como muchos lo dicen, es un buen indicador para un cambio cultural en la región y con ello un modelo económico y social más estable y positivo. No se debe perder esta oportunidad histórica para organizar y repensar la región.