La cotización del bolívar en la frontera reflejó esta semana una caída significativa frente el peso y se colocó en sus menores niveles históricos. De acuerdo con las operaciones en efectivo que se registraron en las casas de cambio de la frontera colombo-venezolana, el precio de la divisa local llegó a ubicarse en 8,80 pesos para la compra y en 9 pesos para la venta.

Analistas sostienen que esta devaluación del bolívar frente al peso es producto del encarecimiento que ha registrado la divisa norteamericana en el mercado cambiario. El llamado dólar-Cúcuta ha tomado fuerza como referencia para el precio del mercado negro en los últimos años en la economía venezolana y desde 2013 se observa en la frontera entre Venezuela y Colombia, un repunte tanto de las operaciones en divisas como en su cotización.

Con esta baja del bolívar frente al peso, el dólar Cúcuta alcanzó un precio de Bs. 252,68 para la compra y Bs. 266,67 para la venta.  

Resaltan igualmente los consultados que el Sistema Marginal de Divisas (Simadi) no ha podido cubrir del todo la demanda de dólares y mucho menos en el ámbito cambiario fronterizo, por lo que la presión en este mercado se incrementa cada vez más.

El Simadi llegó la pasada semana a 2% de las liquidaciones diarias de dólares demandados por la economía local, de acuerdo con los reportes del Banco Central de Venezuela.

Bajan ventas y producción

Contrario a lo que pudiera pensarse, la caída en el precio del bolívar no logra estimular la actividad comercial en los municipios de la frontera venezolana, que en lo que va del año 2015 han reportada y una indetenible caída en las ventas.

Las principales avenidas de San Antonio del Táchira y el municipio Pedro María Ureña se ven mermadas en el número de clientes que ya no transitan por estas vías, en parte, debido a los excesivos controles y los atropellos por parte de las autoridades militares.

Alfonso Infante, comerciante de San Antonio, y dueño de una tienda dice que se sienten indefensos. “Estamos echados a la suerte de lo que suceda esta temporada”, comenta Infante, quien se ve angustiado ante la falta de ventas en relación con años anteriores, cuando finalizando abril, e iniciando mayo, comenzaba a registrarse un repunte en las ventas.

La caída de la moneda venezolana también incide directamente en la producción. En la industria textil, una de las principales generadoras de ingreso en Ureña, la falta de producción se ha hecho sentir en los últimos días a consecuencia de los precios elevados en las telas, las cuales ya no se consiguen en el país y traerlas de Colombia ya no constituye una opción; al que se suma la falta de mano de obra y los costos de los insumos.