La aguda crisis económica que afecta a los venezolanos ha hecho mella no sólo en sus bolsillos, sino también en su tranquilidad, lo que ha llevado a un incremento en los cuadros depresivos, en las crisis por estrés y angustia; situación que se ve agravada por la falta de medicamentos para tratar a tiempo este tipo de situaciones.

Así lo explica Lorena Novoa, jefe del servicio de siquiatría del Hospital Central de San Cristóbal, quien señaló que uno de los problemas más graves que enfrentan los pacientes con afecciones psiquiátricas en el estado Táchira es la falta de medicamentos.

“Los pacientes con intentos suicidas ingresan a diario; además la mayor parte de las consultas corresponden a cuadros de depresión y de ansiedad, y especialmente estos últimos se han incrementado en lo que va de año”.

Escasez total

“No tenemos medicamentos que son básicos y necesarios; no podemos tratar una crisis y generalmente los pacientes llegan muy descompensados, porque no pueden hacer su control ambulatorio, ya que no consiguen las medicinas para cumplir con el tratamiento de mantenimiento, que en la mayoría de los casos es una medicación prolongada, indefinida, que no se puede sustituir”, dijo Novoa.

Explicó que los pacientes siquiátricos en crisis son difíciles de manejar en la familia y en la comunidad, por lo que deben ser hospitalizados; pero una vez hospitalizados, el servicio de siquiatría no tiene cómo tratar esa sintomatología.

“Nos hacen falta los medicamentos antipsicóticos inyectables ni orales, antidepresivos, inductores del sueño, estabilizantes del estado de ánimo; no tenemos ese tipo de medicamentos”, enfatizó al tiempo de acotar que lo ideal es que estos pacientes en un mes logren evolucionar desde sus cuadros críticos hacia una situación más estable; “pero estas estancias se están extendiendo por varios meses”.

Colombia como alternativa

Ante la escasez de medicamentos en Venezuela, Colombia se ha convertido en una alternativa para que pacientes y familiares acudan en busca de las medicinas necesarias, por lo que cada vez es más elevado el número de personas que acuden al servicio a su cargo, solicitando informes para iniciar los trámites para este fin, según informó la jefe de siquiatría del Hospital Central de San Cristóbal, Lorena Nobvoa..

Un peligro para todos

Agregó que un paciente con crisis siquiátrica, que no recibe la medicación adecuada para superar y controlar su condición, constituye un peligro para sí mismo y para los miembros de su entorno familiar y social.

“Constantemente recibimos quejas de los familiares de estas personas, sobre las dificultades que atraviesan, agresiones personales, destrozo de enseres (camas, colchones, cableado, puertas) y diferentes cuadros de violencia intrafamiliar, que se presentan debido a que no hay una evolución favorable”, agregó la especialista.

En aumento

La principal preocupación de quienes manejan el servicio de siquiatría del Hospital Central de San Cristóbal es el incremento de las consultas externas, y dentro de ellas el cada vez mayor número de niños y adolescentes.

“Estamos manejando en estos momentos un promedio de mil 500 pacientes mensuales en nuestra consulta”, apuntó finalmente.