Estabilizar la economía de migrantes, retornados colombianos y comunidades receptoras, afianzar las capacidades existentes de estas poblaciones, y facilitar la inclusión social y productiva de estas poblaciones son algunas de las metas que asumió la Alianza para el desarrollo sostenible de la frontera.

Esta iniciativa, consolidada con 24 entidades de los sectores público, privado, oenegés internacionales y regionales, entre otros actores líderes del desarrollo territorial, prevé apoyar proyectos de generación de ingresos, tal como ya se logró con un proyecto piloto ejecutado en Villa del Rosario.

Según se explicó desde el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) este piloto atendió 15 unidades productivas, en las cuales se generaron 102 empleos en productos alimenticios, marroquinería, confecciones, entre otros, para garantizar medios de vida.

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Adicionalmente, la propuesta sirvió para crear redes de artistas binacionales, así como de gestores de convivencia pacífica y resolución de conflictos en el territorio.

Entre las ventajas que se resaltaron de la propuesta, según el secretario departamental de Fronteras, Juan Carlos Cortés, se destaca el “conocer qué pueden hacer estas personas”, dado que “sabemos que tanto venezolanos como retornados pueden aportar a la economía del departamento”, siempre y cuando se garantice su educación, capacitación para el trabajo, empleo decente, y el respeto de sus derechos humanos. 

Felipe Muñoz, gerente de Frontera, afirmó que este proyecto forma parte de las “medidas de segunda generación”, que trascienden la asistencia humanitaria y buscan fortalecer las capacidades locales, que reciben el mayor impacto de la migración, en vista de que la migración proveniente de Venezuela es la más grande del mundo.

El funcionario manifestó que es necesario “pensar en el mediano plazo”, porque aunque termine el gobierno de Nicolás Maduro, “muchas personas se van a quedar en Colombia y tendremos que proveer unos mecanismos para que puedan tener una mejor subsistencia” en el país.

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Agregó que cada proceso se hará “en total armonía con las comunidades receptoras”, y señaló que estas iniciativas deberán articularse con los planes de desarrollo y el plan regional de competitividad.

Una de las principales solicitudes es la garantía de mercados y comercialización, principal falla de los proyectos que apoyan las entidades, razón por la que Muñoz explicó que por ello, se invitó a Procolombia y Propaís, con el fin de que con su conocimiento apoyen las capacidades en el territorio.

Francisco Unda, gerente regional de la Andi, manifestó que la propuesta permitirá además de ayudar a quienes llegan, dar capacidades a quienes reciben a los migrantes, que esperan sentirse y ser verdaderamente productivos.