A Mayra Tatiana Ramírez Meneses no le alcanzan los dedos de las manos para enumerar lo que ha hecho y sigue haciendo aún en tiempos de aislamiento social.

Su recorrido es largo a pesar de tener apenas 35 años de nacida y su energía parece un ventarrón que nadie detiene.

Aunque su perfil es prácticamente administrativo le ha puesto etiqueta de glamour y protocolo.

En la Universidad Simón Bolívar terminó Administración de Empresas y ahí  mismo hizo la especialización en gerencia social.

Tatiana, su segundo nombre que más usa,  se ha codeado con jueces en la rama judicial, pero como jefa financiera durante once años, y ha asesorado en esa misma línea a la secretaría de Educación del municipio de Cúcuta.

Y como si tuviera el don de la ubicuidad, ‘Taty’, como se hace llamar artísticamente, desde hace quince años, se le midió a la docencia en etiqueta y protocolo. Además, saca tiempo para ser la  asesora de imagen de la agencia Class Fashion Models de John Franco.

La cucuteña tuvo una educación salpicada entre la escuela Marie Poussepin, el colegio Carmelitas (donde cursó de sexto a octavo) y el Primero de Mayo del barrio San Martín, donde se graduó de bachiller. 

En la Fesc fue docente de etiqueta y protocolo.

Desde hace más de dos meses descubrió que en las redes sociales podía contribuir  con su granito de arena y abrió en Instagram la cuenta @personalshoppertaty e inició el proyecto social ‘Profesionales apasionados’  y desde  ahí  interactúa con sus innumerables seguidores. Hace amenas entrevistas,  desde cualquier rincón de su casa, asesora sobre etiqueta, imagen y protocolo, da consejos, hace concursos e invita a especialistas para resolver algunos interrogantes. Como por ejemplo, habla con médicos sobre el nuevo coronavirus ; le da paso a  ingenieros para que pontifiquen sobre seguridad informática en tiempo de pandemia; ‘sube’ a los abogados  a los estrados para que sugieran sobre  la responsabilidad de los médicos y  matiza  el programa con entrevistas a actores y presentadoras que considera “que tienen mensajes específicos, espirituales, desde la fe, desde el amor”.

Y actúa con  mucha naturalidad. Si el invitado no aparece a tiempo por problemas de conexión, no se estresa y sabe salir adelante. Y antes de dar paso a los invitados revisa sonido e imagen con la ayuda de los seguidores y hasta que todo no esté en su punto no arranca.

Aclara que esa ventana en Instagram “es un trabajo social, que el único objetivo es ayudar a cercer juntos como personas, como profesionales. Al final es centrarnos que hace Dios en nuestras vidas”. Se considera una católica, misionera por gracia de Dios. Y en rítmico movimiento en las redes sociales va adoptando frases que te hacen reflexionar como: “no hay músculo más fuerte que un corazón con fe”. “Olvídate de todo, hasta de tus cumpleaños, pero jamás de comenzar de nuevo”.

Y en ese vaivén de su apretada agenda, antes del coronavirus,  la invitaron a presentar un casting en septiembre  del año pasado y la gerente de Tu Kanal, Paola Triana,  le vio mucha madera para presentar noticias y le dio la oportunidad. Su naturalidad y soltura le dieron el pasaporte para estar frente a la pantalla chica.

Aunque ya había fungido de presentadora en varios eventos de la región  desde hace quince años,  se había curtido en estas lides, pero las cámaras, luces y noticias son de otro color. Taty también fue modelo y virreina de la Chapolera en Durania  y del Café, en Salazar de las Palmas.

Se considera una desempleada en esta cuarentena, pero no ha dejado de moverse en redes porque piensa que aportar a la juventud “me hace sentir viva”.