Ciudadanos polacos reunieron fondos para regalarle a Tom Hanks un pequeño Fiat Polski 126p, después de que el autor tuviera un flechazo con el mítico auto de la época comunista, dijo el martes a la AFP la mujer que organizó esta iniciativa.
       
El actor estadounidense, que estuvo de rodaje en Budapest el pasado otoño, vio allí varios coches de ese modelo, apodado en Polonia "Maluch" (el pequeño).
       
No dudó en hacerse fotos con el minúsculo automóvil y publicarlas en su cuenta de Twitter, afirmando: "íEstoy tan entusiasmado con mi nuevo coche! Hanks". Pero no pensó en comprarse uno.
       
Cuando Monika Jaskolska, madre de familia de 42 años de Bielsko-Biala, una ciudad del sur de Polonia donde se fabricaba ese auto, vio las fotos, tuvo la idea de regalarle uno, para que supiera "lo que (el coche) representa para los polacos".
       
"Para nosotros, es un coche excepcional. Lo adoramos. En los años 1970 y 1980, los polacos vivíamos prácticamente dentro y hacíamos todo con él. Íbamos a la iglesia para casarnos, nos íbamos de vacaciones o transportábamos en él los materiales para construir nuestra casa", contó Jaskolska a la AFP.
      
El sábado pasado, tras haber recolectado el dinero a través de Facebook, compró, por 2.000 euros, un Fiat 126p de 1970 a un coleccionista, cerca de Suwalki (noreste de Polonia). El coche fue llevado a un garaje, donde será puesto a punto gratis antes de ser transportado, en avión, hasta Los Ángeles.
      
La colecta fue un éxito. Los habitantes de Bielsko-Biala, orgullosos de su pasado, contribuyeron, así como polacos de otras regiones.
       
Una compañía aérea financiará su transporte, los gastos de aduana y de matriculación. Finalmente, el dinero de la colecta que no se gaste en el regalo de Hanks será destinado a un hospital infantil.
   
"Lo importante, es que Tom Hanks pueda conducir un Fiat 126p, lo que no será fácil, pues un hombre de gran tamaño", declaró Jaskolska. Ella conoce de primera mano las modestas dimensiones del coche, pues su familia tuvo dos.
       
"El sueño sería que venga un día a Bielsko-Biala", agregó Jaskolska.
       
Unos 3,3 millones de estos vehículos fueron producidos en las fábricas de automóviles de Tychy y Bielsko-Biala. El último salió en 2000.