Al interpretar un personaje, el actor Rodrigo Candamil se fija un solo objetivo: lograr que este cautive y seduzca al televidente. Para ello, siempre practica una fórmula que él llama ‘los tres chacras’.

Consiste en “sumarle intelecto, corazón y humor a ese papel de ficción, para que prevalezca en la memoria colectiva”, según sus propias palabras.

Este objetivo parece haberlo alcanzado con el abogado Alfredo Duperly, uno de los protagonistas de la telenovela ‘La ley del corazón’, del canal RCN.

En la segunda temporada de este dramático, Rodrigo se volvió a meter en la piel de este hombre correcto y de familia, de principios incorruptibles y humor incomprendido.

Él conversó con La Opinión sobre sus proyectos artísticos y su vida familiar con su esposa Adriana Romero (directora teatral e hija de la actriz Judy Henríquez) 
 
¿Qué toma en cuenta cuando acepta interpretar un personaje?

No trabajo pensando en el éxito ni en el fracaso. Pienso en que ese personaje va a cautivar y a seducir, pero no en un éxito material, sino en un éxito emocional con la gente que me sigue.

¿Qué tanto de Rodrigo vemos en Alfredo Duperly?

Al igual que yo, es un hombre muy enérgico. En el caso del humor, es algo que todo actor le debe sumar a los personajes, así ese humor sea malo.

¿Reconoce que el humor de Duperly es malo?

(Risas) Duperly tiene un humor increíble, excelente, pero que es incomprendido en algunos momentos  y que, aunque algunos digan que echa malos chistes, Duperly es un tipazo.

¿Cómo fue retomar el personaje en esta segunda temporada?

Quise mostrar ese lado romántico y cursi de las relaciones de pareja. Y los conflictos que aparecen en esa búsqueda por los hijos, que tanto Lina Tejeiro (Catalina) y yo hemos querido hacerlo de la manera más profunda posible.

¿Qué mensaje quiere dejar con este personaje? 

Vivimos en un momento en el que la ligereza y la superficialidad invade cualquier capa de la sociedad. Espero que el televidente reflexione a través de la risa y el humor. Quiero que esta relación de pareja refleje con respeto esa vida de los matrimonios emergentes, para encontrar una salida positiva a los conflictos que viven. 

¿Dimensionaba el éxito que tendría ‘La ley del corazón’?

No me esperaba este éxito porque finalmente cuando me enfrento a un personaje, pienso en todo lo que quiero entregar, trabajando de corazón y con respeto para entregarle el mejor resultado al televidente. 

En su matrimonio también luchó para lograr ser padre ¿cómo sobrellevó este proceso?

En esa búsqueda de hijos hay un proceso personal que somete a las parejas a unas pruebas que nadie se imagina. Mi matrimonio es el reflejo de dos humanos en la tierra, que atraviesan por momentos díficiles, momentos increíbles y que es una experiencia maravillosa para vivir al lado de alguien que uno ama.

¿Cree en los matrimonios perfectos?

Creo que no hay matrimonios ideales. Hay matrimonios entre seres humanos que tienen problemas y se aceptan con sus imperfecciones y que deciden compartir la vida con alguien  con el que se sienten a gusto y que pueden perseguir la felicidad  compartiendo algo de la vida, pero no toda la vida.

¿Cómo ha superado los conflictos en su matrimonio? 

Logrando que la relación evolucione. Creo que es eso lo que falla dentro de los matrimonios de hoy, que nos venden la idea de la media naranja, del amor ideal y creo que eso es basura.

¿Cómo se describe como esposo?

Quiero que mi esposa sepa que cuenta con alguien que la acompaña, que la apoya en todo lo que ella decida emprender en cualquier  cosa que la haga feliz. No quiero darle consejos, quiero que me tome de la mano para cruzar el río y ya. Nada más.

¿Y con sus hijas?

Con mis hijas Martina y Guadalupe soy un padre muy cariñoso. Quiero que mis hijas sepan que cuentan con un padre que está allí para respaldarlas, para protegerlas y para darles cariño.