Mercedes Salazar, diseñadora de joyas, desde muy pequeña sabía que lo suyo eran las manualidades. Los cajones de sus tías, de sus abuelas y de su mamá eran el mejor lugar para encontrar “tesoritos” como solía llamar a las pulseras o accesorios que hallaba dentro de las gavetas.

Así fue como Mercedes descubrió que lo de ella era el arte. Viajó a México sin saber muy bien qué era lo que quería estudiar, pero lo que sí tenía claro era que tenía una mente brillante capaz de convertir cualquier pequeñez en algo de admirar.

El tema de la joyería se le atravesó como una coincidencia en su vida. Ella lo vio como una señal que decidió seguir estudiando en la Escuela de Artesanías del Instituto Nacional de Bellas Artes de México.

En unas vacaciones regresó a Bogotá y conoció al amor de su vida, a Diego Martínez, quien ahora no solo es su esposo, sino su socio. El enamoramiento fue tan rápido, como todo lo que estaba pasando en su vida. Se casaron y al poco tiempo quedó embarazada de Lorenza –la mayor de sus tres hijos–.

Aun estando embarazada diseñaba, creaba, no se podía quedar quieta. Inició haciendo collares grandes y de manera sorpresiva empezaron a gustar. Su esposo Diego se dio cuenta del gran potencial de su esposa, y de que todo lo que ella hacía estaba despertando interés en quienes veían los accesorios.

En el 2002 abrió su primera tienda en el Parque de la 93 en Bogotá, desde ahí el trabajo junto a su esposo ha sido constante. La diseñadora asegura que trabajar con Diego es un reto. Comparten juntos las 24 horas del día y los siete días de la semana. “Nunca nos pisamos los talones, cada uno está concentrado en su parte y las cosas funcionan demasiado bien”.

Los diseños de Mercedes evocan magia. En la mayoría de sus creaciones trata de resaltar el empoderamiento femenino, cada cosa tiene una razón de ser. 

“Me inspiro de las cosas sencillas, no busco inspiración en grandes cosas ni en grandes viajes. Un paseo a la finca, o a cualquier parte del mundo es perfecto para inspirarme”.

Sus mejores aliados para diseñar son el bronce, la plata, baños en oro, cauchos, papeles. Cualquier cosa para Mercedes es susceptible para convertirse en joya.

No tiene un estilo de mujer para diseñar accesorios, tiene claro que cualquiera puede usar sus diseños sin importar su contextura, lo que si tiene presente es que respeta el peso de los aretes. Si son de más de 8 gramos los hace con clip para no lastimar la oreja. “Me parece horrible que se abra el hueco de la oreja por culpa de los aretes pesados. Y lo peor del caso es que los diseñadores no piensan en eso”.

Artistas como Katty Perry han lucido los accesorios de la bogotana. La dedicación ha sido la clave para el éxito en su empresa, en el matrimonio y con sus hijos Lorenza, Ana Perla y Antonio. “Cualquier proyecto no sale adelante sin la disciplina y dedicación, y yo soy súper disciplinada, con la hora en la que me levanto, con la hora que le dedico a la empresa y con la hora que le dedico a mis hijos Lorenza, Ana Perla y Antonio”.

La marca Mercedes Salazar está en su mejor momento, las ferias de moda  es una etapa que ya pasaron, sus canales de venta son diferentes. Además de tener sus tiendas posicionadas en Colombia y en  México y de vender sus accesorios en otros países, está trabajando con el taller Mercedes, con el que ha generado empleo y un espacio para nuevas creaciones.