Hace diez años quedó impregnado con la magia de Gitano que en ese entonces entrevistaba  José Gabriel por televisión.

De inmediato Carlos Arturo Martínez Guzmán anotó su teléfono y lo llamó. Desde ahí se convirtió en su alumno y fue en Bogotá donde lo conoció y recibió clases.

McKarthur, su nombre artístico, descubrió todo ese fantásitco mundo que lo terminó eclipsando de por vida. Incluso desplazó su carrera de  dirección y producción de medios audiovisuales que terminó en la Universidad Autónoma de Barranquilla a donde llegó en el 2012. 

Participó en congresos, estudió en la Fraternidad Mágica Colombiana, en la escuela de Arte Mágico de Bogotá y alineó los conocimientos hasta convertirse en un profesional del que vive del oficio desde hace una década. Se las ingenia y recurre a cualquier arte de magia para convencer a sus clientes. 

En Barranquilla se vinculó al Círculo de Ilusionistas, agrupación que quiere replicar en Cúcuta, la ciudad que lo vio nacer un 16 de agosto de 1989, bajo un eclipse de Luna.

Inició su primaria en el Calasanz, pero el bachillerato lo terminó en el Domingo Savio donde vio la posibilidad de reencontrarse con el arte. Aprendió a tocar piano y se interesó en el teatro  que practicó con Rosa Somavilla.

Su debut con la magia fue en el centro comercial Ventura Plaza, pero fue en Bogotá donde impactó con su ilusionismo en dos importantes empresas.

En Barranquilla  le dio rienda suelta a la destreza de sus manos y a la capidad de hacer aparecer y desaparecer cosas como en una concesionaria donde lo invitaron para que hicera aparecer un bus de la nada que estaban  lanzando al servicio.

Consiguió franquicia con restaurantes donde interactúa con los comensales y también se ha vinculado con empresas para hacer pausas activas y hasta ha actuado en los matrimonios y fiestas. Ha estado en tarima con artistas como Andrés Cepeda,  Fabián Corrrales, Alfredo Gutiérrez, Iván Villazón, Lady Noriega. Y en Telecaribe tenía un espacio en el programa ‘Feliz Día’.

McKarthur ha estado llevando su magia a Cartagena, San Andrés, Medellín y quiere seguir viajando por todo el país, pero ante todo regar la semilla en Cúcuta, donde permanecerá dos semanas para alegrar la vida a muchos niños como los enfermos de cáncer que se encuentran en el hospital Erasmo Meoz.